El Colegio Padre “Luis Antonio Ormieres” de La Murallita en Maturín, celebra hoy el 66° aniversario de Fe y Alegría, en un año que prácticamente cambió la dinámica del proceso enseñanza-aprendizaje y representó un reto para todos los centros escolares. Con transmisión live de la tradicional homilía celebrada por el ilustre Padre Jean Pierre Wyssenbach, cumpliendo el distanciamiento social y con total bioseguridad, el personal docente y administrativo, agradece por un año más de enseñanza en valores cristianos.
Sonia Cedeño, docente con dos décadas de servicio en la institución y actual directora, sostuvo que la educación enfrenta una de sus temporadas más difíciles, y por ello el compromiso de Fe y Alegría es mayor. Recordó que fue un proyecto creado por el insigne Padre Vélaz, precisamente para llevar la educación y la escuela a los lugares más recónditos y a las comunidades más desasistidas del país.
Fe y Alegría se adaptó a los cambios
“Este año en la educación, ha sido una prueba más para Fe y Alegría. Hemos sido víctimas de múltiples robos en nuestras instituciones pero jamás nos robarán nuestra vocación de servicio y la entrega por nuestros estudiantes. Fe y Alegría seguirá moldeando a hombres y mujeres de bien, que serán quienes rescaten esta patria maravillosa con valores y principios de amor, solidaridad y servicio. En cada aniversario reafirmo que Fe y Alegría es la experiencia de vida que me ha mantenido activa, en positivo, creciendo junto a mis estudiantes”, expresó la directora.
Entre las limitaciones que enfrentó el Colegio Ormieres en los últimos meses, se pueden mencionar las fallas de conexión a internet, el distanciamiento social que impide la enseñanza cara a cara con los estudiantes, la crisis económica que afecta a docentes y estudiantes, el deterioro progresivo de la infraestructura y los hurtos recurrentes. Sin embargo, nada los detuvo para llevar la escuela en casa porque eso es Fe y Alegría: una familia de enseñanza.
Experiencia de vidas con Fe y Alegría
La magia de Fe y Alegría se percibe en cada rostro, en cada niño que porta una franela blanca con la estampa de un corazón rojo como símbolo de amor y servicio. Y las palabras también lo confirman al preguntarle al personal de Ormieres ¿Qué significa Fe y Alegría para usted?
“Fe y alegría significa mi vida, me abrió las puertas a mi labor profesional, aquí di mis primeros pasos en esta vocación que un día soñé en ejercer. Fe y Alegría ha constituido mi gran crecimiento como persona. Tengo 30 años de servicio y me entristecería dejar mi escuela porque estos niños son todo para mí”.
Prof. Solexis Caraballo, docente con 30 años de labor en Fe y Alegría
Fe y Alegría es un movimiento que busca transformar realidades, es una experiencia que durante 27 años me ha enriquecido en conocimientos, para formar a los muchachos. Deseo seguir dando lo mejor de mí para esta institución.
Prof. Zurirma Serrano, Subdirectora de Fe y Alegría Ormieres
“Deseo que el corazón de Fe y Alegría siga palpitando como siempre, que la educación de nuestros chamos siga llegando hacia los más necesitados, que sea con la calidad que soñó el Padre Vélaz y sea una educación para los pobres y no una pobre educación».
Prof. Cleiber Peña, Coordinador Pastoral de Fe y Alegría Ormieres.
Padre Wyssenbach: «Hacer el bien y hacerlo bien»
Todos los testimonios evidencian amor y entrega por una institución que se esparció como la buena vibra por todo el territorio nacional como un legado de amor y enseñanza del Padre José María Vélaz, quien se ganó el cielo con su obra. El padre Wyssenbach, como docente y fiel colaborador de la institución, no pierde ocasión para recordar la grandeza del Fundador de Fe y Alegría y de llamar a todos a seguir su ejemplo.
«Fe y Alegría es de los mejores productos de exportación de Venezuela. A mí me hace muchísima ilusión ver que una iniciativa tan buena que nació en Venezuela, luego se haya extendido por países como Panamá, Ecuador y todos los países de América Latina, menos Costa Rica. Hasta Argentina, Chile y esos países que lo saben todo, han recibido a Fe y Alegría», destacó Wyssenbach en su mensaje para Fe y Alegría.
Prosiguió manifestando su entusiasmo por el hecho de que Fe y Alegría se haya extendido a África en El Chad o Madagascar. «Yo creo que Fe y Alegría trata de cumplir con un lema que se plantearon en la reunión de El Salvador: Hacer el bien y hacerlo bien. Ojalá que nosotros no nos desanimemos de Hacer el Bien y hacerlo bien”, puntualizó.
Para finalizar, me permito escribir unas líneas en primera persona, ya que no puedo perder la oportunidad de expresar mi gratitud a Ormieres en el aniversario de Fe y Alegría.
Jamás olvidaré la experiencia de compartir unas semanas antes de la pandemia con esa maravillosa familia, donde se respira paz, alegría y fraternidad. Un día de enero antes de que entrara en escena el Covid-19, llegué a esa institución con el propósito de cumplir un Servicio Comunitario para la Universidad, pero obtuve mucho más que eso. Conocí a gente maravillosa que quedó en mi corazón por siempre: Esa es la magia de la marca Fe y Alegría. Por eso le deseo un ¡Feliz Cumpleaños!
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