El queso es uno de los alimentos más consumidos en Venezuela y en diferentes partes del mundo. Por su gran sabor, es muy elegido por muchas familias para integrar diferentes preparaciones diarias. Por lo general, se consume en la mañana, para el desayuno, aunque también es una gran opción para acompañar el almuerzo y la cena.
Este alimento tan popular se obtiene a partir de la maduración de la cuajada de la leche, una vez se haya eliminado el suero. Por esto, el queso es uno de los tantos productos lácteos que existen. Se puede encontrar con facilidad en cualquier supermercado o tienda de barrio.
“El queso es un alimento que se obtiene a partir de la maduración de la cuajada de la leche una vez eliminado el suero. Por lo tanto, el queso es un derivado lácteo de diverso origen. Los más comunes están elaborados con leche de vaca, cabra, oveja o búfala, aunque puede elaborarse a partir de la leche de cualquier mamífero”, precisa el sitio web Mundo Lácteo.
Existen muchos tipos de queso. Lo más populares son el cheddar, el parmesano, el holandés, el gruyere, el camembert, el provolone, el tilsit, el emmental, el queso azul, entre otros más.
Este alimento, al ser natural y al consumirse de forma moderada, le aporta diferentes beneficios al organismo. Sin embargo, cuando su ingesta es en exceso, le puede generar diversos efectos negativos al cuerpo. De acuerdo con la plataforma digital El Diario, algunos de estos son:
1. Gases, inflamación o diarrea.
“Consumir demasiado queso puede provocarte hinchazón, flatulencias o diarrea. Esto sucede cuando tu cuerpo tiene problemas para digerir la lactosa que contienen los productos de la leche. Los niveles de tolerancia dependen del individuo. Algunas personas tienen reacción incluso a una pequeña cantidad de productos lácteos. Los quesos más duros, como el cheddar y el parmesano, tienen niveles más bajos de lactosa”, afirma el sitio.
2. Ataques de migraña.
Por lo general, los diferentes tipos de quesos contienen una sustancia denominada tiramina, la cual, diferentes investigaciones, han relacionado con los ataques de migraña y dolores de cabeza en general.
3. Aumenta los niveles de colesterol en la sangre.
“La American Heart Association recomienda limitar las grasas saturadas, que se encuentran en la mantequilla, el queso, la carne roja y otros alimentos de origen animal. Las grasas saturadas elevan el nivel de colesterol en sangre”.
4. Puede causar problemas renales.
El queso también es muy rico en fósforo, un mineral que le aporta diversos beneficios al organismo, sin embargo, cuando se consume en exceso, puede llegara a ocasionar serios problemas renales.
5. Puede elevar la presión arterial.
“Además de la grasa, algunos quesos pueden tener altos niveles de sodio, especialmente los quesos procesados y en los productos con ‘sabor a queso’. El alto consumo de sodio se asocia a la hipertensión y a un mayor riesgo de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares. La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir menos de 2 gramos de sodio al día, equivalente a 5 gramos de sal por día)”.
6. Estimula el aumento de peso.
El queso, al ser alto en grasas y acumular calorías, estimula el incremento de peso sin control cuando se consume en exceso. Lo mejor, es limitar su ingesta y sustituirlo, varias veces a la semana, por alimentos o productos bajos en grasa.
Para poder mantener un estilo de vida saludable, es de vital importancia consumir cualquier tipo de alimentos en cantidades moderadas y realizar actividad física de forma regular.
Con información de Semana
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