Las zanahorias suelen dañarse rápidamente si no se conservan sumergidas en agua. No obstante, en este artículo conocerá una serie de trucos para devolverle esa vitalidad que le corresponde.
Es una hortaliza muy beneficiosa para la salud, pues aporta diversos nutrientes como vitamina A y carotenoides. Además, es una hortaliza que no puede faltar en la cocina para agregarle a tus guisos o a tus ensaladas. No obstante, cuando se compra en gran cantidad o si se dejan en el verdulero por varios días, tienden a arrugarse y ponerse flexibles.
En concordancia, al estar en el refrigerador, la humedad daña su aspecto, sabor y textura, por eso tienden a ponerse flácidas y muchos prefieren botarlas antes de usarlas en ensaladas, guisos o sopas.
Truco para que las zanahorias marchitas estén nuevamente crocantes
Uno de los trucos para hacer esto posible es colocarlas en un baño de hielo en el refrigerador por 1 hora. Otro tips factible es sumergirlas en agua durante al menos media hora (si esperas más tiempo es mejor). No es necesario que las peles y debes usar agua dulce, pues no resultará efectivo si empleas agua salada.
Estos trucos te serán de gran ayuda y es que las zanahorias volverán a tener ese color que las caracteriza y lo crocante que son al estar frescas.
Algunos tips para conservarlas
- Cuando vayas al mercado procura elegir zanahorias firmes con un color naranja uniforme y nunca aquellas que estén blandas o maltratadas.
- Es necesario que no las laves hasta que las vayas a consumir.
- Colócalas en una bolsa transpirable en el cajón de alta humedad del refrigerado.
- Si las zanahorias ya están cortadas, guárdalas en agua en el refrigerador.
- Para congelar las zanahorias hay que lavarlas, blanquearlas, dejar enfriar, luego cortarlas y empacarlas en un recipiente o bolsa con cierre hermético.
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