De acuerdo con familiares de pacientes que se encuentran recluidos en el cuarto piso del Hospital central de Maturín, Dr. Manuel Núñez Tovar (Humnt), deben lidiar, no solamente con el problema de tener que gastar para adquirir medicinas, sino también con el problema de la escasez de agua por tubería.
«Afortunadamente no tenemos que ir hasta abajo a cargar agua porque está llegando, pero en la mañana y a veces también en la tarde y ahí hacemos colas con los tobitos o botellas de refresco para poder tener agua en las habitaciones», dijo una de las acompañantes de paciente proveniente de la población de Caripito municipio Bolívar quien dijo llamarse Luisa Figueroa.
«Aquí se gasta un realero en medicinas porque es muy poco lo que hay, casi no hay nada, uno debe comprar todo, los baños y las habitaciones las limpiamos nosotros los familiares, tenemos que traer lavansan, coletos, cepillos, cloro, todo para poder mantener esto limpio, agarramos agua de un huequito que está ahí, que además tiene un olor insoportable», precisó.
Funciona un solo ascensor
Agregó además que el único ascensor con que cuenta actualmente el Humnt, se encontraba dañado. «No sé si lo arreglaron, si no lo han arreglado, no me llevo a mi hija así, porque le van a dar el alta hoy, y por las escaleras no la voy a bajar», dijo.
Al respecto se constató que el aparato había sido reparado, sin embargo, según quienes se encontraban en la planta baja esperando ser llamados para acompañar a su familiar, manifestaron la incomodidad de tener que subir y bajar parturientas y otros enfermos por las escaleras. «Una persona recién operada no debe bajar por las escaleras, se les puede ir los puntos, gracias a Dios lo repararon, pero solo funciona uno», dijo Maritza Pérez.
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