¿Cuál es la mejor hora para hacer deporte y ponernos en forma? Partiendo de la base de que lo realmente importante es conseguir un hábito que incluya practicar ejercicio de forma regular como parte de nuestras rutinas saludables, l o cierto es que el tema de cuándo hacerlo y en qué momento del día es más eficaz calzarse las deportivas es uno de los más debatidos. ¿Por la mañana? ¿Al caer la tarde? ¿Justo antes de irnos a dormir?…
Son muchos los estudios que han tratado el tema; los últimos, dos trabajos científicos realizados en Estados Unidos e Israel. Y, para nuestra sorpresa, con resultados bien diferentes.
¿Cuál es la mejor hora del día para entrenar?
La primera investigación, llevada a cabo por la Universidad de California en Irvine (EEUU), asegura que la mejor hora para hacer ejercicio es por la mañana, justo nada más levantarnos de la cama. Según este estudio, es lo más indicado para acelerar nuestro metabolismo y, también, para levantar el ánimo y reducir el estrés ya que empezar el día con algo de deporte hará que generemos dopamina, serotonina y endorfinas, las hormonas de la felicidad que nos ayudarán a sentirnos bien durante el resto de la jornada.
Pero ¿qué pasa si te da pereza levantarte de la cama para entrenar? Fuera culpas porque los científicos del Instituto de Ciencia Weizmann de Israel llegan al rescate. Según sus estudios, el mejor momento para hacer deporte es al caer la tarde y en las primeras horas de la noche. En su opinión, es cuando la actividad física resulta más eficiente, porque el consumo de oxígeno es menor, tenemos más fuerza y resistencia y la temperatura corporal es algo más elevada, lo que hace que el cuerpo queme más calorías.
Ciñéndonos a lo anterior, ambos momentos del día tienen sus ventajas, aunque también sus inconvenientes. Y, en cualquier caso, la mejor hora será siempre la que te permita conseguir una rutina, porque de ello dependerá que integres el deporte en tu vida.
«Hay personas que se levantan muy activas y a las que les gusta entrenar antes de empezar la jornada laboral. Otras aprovechan la parada del mediodía para escaparse al gimnasio. También hay quien prefiere hacer ejercicio a última hora de la tarde, para descargar el estrés del día y desconectar», explica el entrenador Cesc Escolà, autor del libro ‘Mucho más que fitness’.
«Si no sabes a qué grupo perteneces, prueba distintos horarios hasta dar con el tuyo. Sea como sea, lo importante es que te resulte agradable», asegura. Porque, como demuestran las investigaciones, tanto los entrenamientos matutinos como los nocturnos tienen sus ventajas, solo hay que decidir cuáles son las que más te convienen.
¿Es mejor entrenar por la mañana?
- Ayuda a establecer una rutina, porque entrenar a primera hora no deja sitio para las excusas «por falta de tiempo»; por la tarde las obligaciones se acumulan.
- Mejora el ciclo de sueño. Levantarse temprano puede costar, pero si se coge el hábito se favorecen el ritmo circadiano que hace que el cuerpo esté alerta por la mañana y cansado por la noche, lo que nos ayudará a dormir mejor y esto a ganar musculatura.
- Quema más grasa. Entrenar en ayunas quema más grasa que hacerlo después de una comida, porque el cuerpo utiliza las reservas de grasa para hacer el ejercicio. También hay estudios que aseguran que la quema de calorías posterior al ejercicio también es mayor cuando se hace hace por la mañana, lo que ayuda a perder peso.
- Aumenta la energía. Hacer ejercicio nada más levantarnos nos activa y nos pone alerta. Y, además, favorece la concentración.
- Mejora el estado de ánimo. Como decíamos, las endorfinas y hormonas de la felicidad que se segregan consiguen que nos sintamos bien y animados mucho después de hacer ejercicio.
Cinco razones para entrenar por la tarde
- El rendimiento físico es mejor. Según las últimas investigaciones, quienes hacen ejercicio por la noche tardan hasta un 20% más en llegar al punto de agotamiento. Es decir, la fuerza muscular, la flexibilidad y la resistencia son mejores por la noche que por la mañana.
- Se necesita menos calentamiento. El cuerpo va «calentando» a lo largo de toda la jornada, así que se precisa menos tiempo para alcanzar el ritmo óptimo de entrenamiento.
- Las hormonas te ayudan. Especialmente en el caso de los hombres, que producen más testosterona en los entrenamientos vespertinos que en los matutinos, lo que aumenta su fuerza.
- Alivia el estrés. Hacer ejercicio por la noche ayuda a librarse de las preocupaciones de la jornada. Las endorfinas que se producen con el deporte harán que lleguemos a la cama mucho más relajados.
- Favorece hábitos saludables. Ni tumbing ni televisión ni cañita al finalizar la jornada laboral. Coger la rutina de ir al gimnasio por la tarde reemplaza esas costumbres por otras mucho más sanas.
Con información de El Mundo
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