Desde el amanecer, los habitantes del sector Los Cortijos de la parroquia Las Cocuizas del municipio Maturín, luego de colar el café y antes de ir a trabajar, agarran sus botellones, tambores, botellas plásticas y cuanto recipiente plástico sirva para salir en busca de agua potable para el quehacer diario del hogar.
Por las tuberías de las viviendas de las calles 1, 2 y 3 y las veredas intermedias sólo sale aire desde hace más de diez años.
En la comunidad, habitan más de 660 familias de clase media baja y con una situación económica cada día más limitada. Además, en el barrio hay un gran número de residentes de edad avanzada que viven solos, pues hijos y nietos han emigrado y se encuentran vulnerables, esperando la ayuda de cualquier vecino para obtener un poquito de agua.
El sector 1, de la populosa comunidad tiene un tanque elevado con pozo perforado, pero lamentablemente el vital líquido llega solo a unas calles cercanas a este. Por esta situación, muchas son las familias que deben surtirse cuando es posible y el bolsillo lo permite, de camiones cisternas, o como opción más viable, caminar hasta la zona ubicada detrás del hospital Serres para tocar puertas en cualquiera de las viviendas, y pedir un chorrito de agua para llenar sus envases con agua potable para el consumo humano y cocinar los alimentos.
Así lo narra María Cedeño, residente desde hace 30 años del sector y quien confiesa estar cansada de ir todos los días a Las Cocuizas a buscar surtirse de agua, de lo contrario no tendría ni como asearse ella y sus hijos.
Los vecinos en reiteradas oportunidades han reclamado por la falta de servicio, sin embargo, pasan los años y no se ve una solución definitiva a este problema que representa una desventaja para una zona, ya que mientras unas familias sufren cargando de un lado a otro recipientes con agua, en otras calles del mismo barrio llega el líquido por tuberías una o dos veces a la semana.»Las autoridades de Aguas de Monagas han enviado comisiones a reunirse con nosotros respondiendo las cartas con firmas de los vecinos entregadas. Los expertos alegan que en Los Cortijos sucede un fenómeno, y es que las tuberías subterráneas tienen una caída hacia la otras zonas de Las Cocuizas y cuando está en funcionamiento la bomba que extrae el agua del pozo el líquido se desvía, lo que ocasiona que solo llegue el servicio a unas casas si y a otras no. Pero lo que aún no entendemos es como pasan los años y los gobiernos locales y no se trabaja en un proyecto para lograr que llegue el agua a todos por igual», detalló Cedeño.
Carlos Sierra, también vive en Los Cortijos y cuenta que este problema del desvío de las tuberías afecta a otra comunidad cercana, el sector Cecilia Núñez Sucre, conocido popularmente como el barrio de «Los Perros». Allí más de 250 familias tampoco tiene agua por tuberías, teniendo que depender de los cisternas que acuden al llamado de los vecinos.
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