El Covid-19 en Brasil hace estragos y el estado de Santa Catarina no es la excepción. En los últimos días debió trasladar a pacientes graves de Covid-19 a otras regiones por no contar con lugar para atenderlos. En ese contexto de profundo dolor, la cepa del Amazonas genera estragos y en el último mes se cobró la vida de siete niños.
Sólo en marzo, siete pequeños de hasta 9 años murieron por complicaciones del coronavirus en Santa Catarina, el mayor número de muertes jamás registrado en este grupo de edad en un solo mes a lo largo de la pandemia. Sólo en 2021, 14 niños de hasta 9 años perdieron la vida a causa de Covid-19 en el estado. Desde el comienzo de la pandemia, hubo 23 víctimas menores.
La mayoría de las muertes ocurridas en marzo fueron de niños menores de 2 años. Cuatro de ellos eran bebés con menos de un año, dos estaban en el primer año de vida y uno tenía seis años. Los datos proceden de la Secretaría de Estado de Sanidad (SES).
La región que más víctimas en la edad infantil registró es el Sur: tres muertes ocurrieron en Criciúma y una en Lauro Müller. Otros dos fallecidos fueron confirmados en el Oeste: uno en Capinzal y otro en Chapecó, además de uno en el Norte, en Joinville.
El primer registro se produjo a principios de mes. La muerte del bebé, de menos de un año, se confirmó el 3 de marzo, en Criciúma. Ingresó en la UCI y, según el SES, tenía como comorbilidades el síndrome de Down y una enfermedad cardiovascular.
Muertes de niños por Covid-19 causan alarma
La segunda muerte del mes fue en Chapecó, también de un niño. Tenía un año y perdió la vida el 8 de marzo. Dos días después, de nuevo en Criciúma, otro niño con menos de un año no resistió. El 21 de marzo, se produjo en Capinzal el fallecimiento de un niño también menor de 1 año, que tenía síndrome de Down y problemas cardíacos como comorbilidades.
El 23 de marzo, una niña que aún no había cumplido un año tampoco resistió. Tenía problemas de corazón, según el Estado. Al día siguiente, una niña de 6 años, que estaba siendo tratada de cáncer, en Criciúma, fue golpeada por el Covid-19. La muerte más reciente ocurrió el sábado pasado, de un niño de 1 año en Lauro Müller.
En toda la pandemia, casi 1 de cada 3 muertes de niños de hasta 9 años se produjo en marzo. Desde noviembre, murieron al menos 2 niños de esta edad por Covid-19 en SC.
Cuando se suman, el número de niños y adolescentes, de entre 0 y 19 años, que fallecieron a causa de Covid-19 alcanza los 40 desde que comenzó la pandemia, con 20 fallecidos este año y 10 que perdieron la vida sólo en marzo.
Las muertes más recientes que involucran a adolescentes son una chica de 17 años de Florianópolis, que murió el 15 de marzo; otra de 17 años de Jaguaruna, que murió el 19 de marzo; y una chica de 18 años, que murió el viernes en Lages.
La variante del Amazonas, la clave
La variante del Amazonas del coronavirus, conocida como P.1 o la cepa de Manaos, que ya circula en Argentina, tiene capacidad de reinfectar a quienes ya fueron víctimas de Covid-19, abriga un poder duplicado de contagio y fue llevada involuntariamente a todo Brasil en aviones de línea que trasladaron hasta febrero unas 92.000 personas. Así lo revela un estudio conjunto de científicos de la Universidad de San Pablo (USP) y de la Universidad de Oxford, Reino Unido.
Este estudio se suma a otro de la USP y de la Universidad de Campinas -aún no fue revisado por pares científicos- que indica que existen resistencias de la versión de Amazonas o P.1 a ocho pacientes que hicieron la prueba con la vacuna CoronaVac, del laboratorio chino Sinovac, adquirida por el Instituto Butantan de Brasil y la más aplicada en el país para frenar la pandemia.
Covid-19 en Brasil se cobra hasta tres mil vidas al día
Lo cierto es que la segunda ola de Covid-19 en Brasil, con más de 3.000 muertes diarias, está vinculada a la explosión y diseminación de esta variante, que según el nuevo estudio brasileño-británico, surgió en Manaos, capital de Amazonas, en noviembre.
Investigadores del Centro Brasil-Reino Unido para el Descubrimiento, Diagnóstico, Genómica y Epidemiología de Arbovirus (Cadde) informaron que la variante P.1. es entre 1,4 y 2,2 veces más transmisible que las cepas que lo precedieron, según explicó un comunicado de la Fundación del Amparo a la Pesquisa del Estado de San Pablo.
Los científicos estimaron, además, que en una parte importante de las personas que ya están infectadas con el SARS-CoV-2 -entre el 25% y el 61%-, la nueva variante de Manaos puede eludir el sistema inmunológico y causar una nueva infección.
Con información de El Clarín
Lea también: Covid-19 en Brasil: Exhuman viejas tumbas para víctimas de la pandemia