Vecinos del sector Alberto Ravell, ubicado en la parroquia San Simón de la ciudad de Maturín, llevan más de 10 años sufriendo la escasez del agua por las tuberías, pues tienen que madrugar para poder llenar sus tobos con el recurso hídrico cargando desde tomas improvisadas.
Esta situación viene afectando a más de 1.200 familias, que deben ingeniárselas para tener el agua en sus viviendas, o quizás para pagar a camiones cisternas, que cobran en dólares, para que les llenen un tanque.
«Vemos como una injusticia que desde hace más de 10 años, nosotros estemos pasando por esta situación y las autoridades no se aboquen a solucionar esta falla, será que no estamos dentro de sus responsabilidades?, porque hemos hecho llamados a la directiva de Aguas de Monagas, y no nos han tomado en cuenta», expresó la vecina Miriam Rodríguez.
Las colas que hacen los vecinos son kilométricas para cargar el agua
Los habitantes de esta zona, ubicada en el centro de Maturín, aseguran que deben hacer largas colas para llenar sus pimpinas, pues no son los únicos que no cuentan con el agua por las tuberías, pues vecinos de otras comunidades también llevan sus tobos.
«Muchas veces cuando llueve preferimos agarrar agua de lluvia para hacer nuestros oficios en la casa porque nos cansamos mucho cargando los tobos y pimpinas desde las tomas improvisadas, pero eso no es muy bueno que digamos porque hay quienes la agarran también para preparar sus alimentos y se han enfermado», destacó la vecina Gloriannys Machado.
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