La operación policial realizada el martes en Río de Janeiro, la más mortal en la historia de la ciudad brasileña, resultó en al menos 132 fallecidos, incluidos cuatro agentes, según informó este miércoles la Defensoría Pública regional.
Esta institución, que se dedica a proporcionar asistencia legal gratuita, anunció la nueva cifra de muertos tras el esfuerzo de los residentes de los barrios impactados, quienes comenzaron a buscar a sus familiares desaparecidos y a reunir decenas de cuerpos en una plaza.
El operativo en Río de Janeiro contó con 2,500 efectivos
Los funcionarios del organismo han estado apoyando desde la madrugada de este miércoles las búsquedas en la favela de la Penha, que es uno de los puntos clave de la operación, y también se encuentran en los institutos forenses encargados de identificar los cuerpos, según lo informado en un comunicado.
La Defensoría Pública también indicó que recopiló testimonios de residentes y familiares de las víctimas para «ayudar a la imprescindible respuesta institucional frente a la violencia estatal sin precedentes».
Los cuerpos hallados por los familiares, todos masculinos, permanecieron alineados en el suelo de una plaza de la Penha, visibles para los vecinos, tal como pudo verificar EFE.
Por su parte el regional afirmó en un comunicado que los sospechosos fueron abatidos tras «reaccionar» a las acciones de los agentes.
La operación policial buscaba ejecutar 100 órdenes de prisión contra miembros del Comando Vermelho, una de las dos facciones criminales más poderosas de Brasil, en dos complejos de favelas, las de la Penha y del Alemão.
En las operaciones llevadas a cabo con la colaboración de 2,500 efectivos y numerosos vehículos blindados, se detuvo a 81 personas sospechosas y se incautaron 93 fusiles y 500 kilos de drogas, de acuerdo con el más reciente informe del Gobierno regional.
Los integrantes de la banda reaccionaron a la operación realizando bloqueos en diversas calles de la zona norte de Río, lo que provocó interrupciones en el tráfico de múltiples líneas de autobuses y el cierre de numerosas escuelas y centros de salud.
Este miércoles, la ciudad despertó sin bloqueos nuevos tras la caótica jornada, aunque la mayoría de los comercios y escuelas en los barrios perjudicados siguen cerrados.

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