Ante las inquietudes respecto a la fragilidad de las áreas costeras del Pacífico japonés, el Gobierno de Japón ha revisado este martes su plan fundamental de prevención de desastres, considerando un posible megaterremoto en la fosa de Nankai, una de las regiones con mayor actividad sísmica del país.
El reciente plan aprobado por el Consejo Central de Prevención de Desastres reemplaza al que se desarrolló en 2014. Entre las metas principales del plan actualizado se encuentra la reducción del 80% en el número estimado de fallecimientos.
Plan preventivo en Japón por megaterremoto
De acuerdo con las recientes proyecciones publicadas en marzo, un terremoto de gran magnitud en la fosa de Nankai podría resultar en hasta 298,000 muertes.
Si bien previamente las autoridades planeaban reducir esta cifra en un 80 % antes de revisar el plan, la nueva estrategia implica la implementación de medidas más efectivas para mitigar una de las amenazas naturales más graves que enfrenta el país.
Dentro del nuevo plan, se identificarán 16 municipios adicionales como «zonas de promoción», lo que llevará el total a 723 localidades en 30 prefecturas, donde se llevarán a cabo acciones intensivas, como el fortalecimiento de viviendas vulnerables antes del año fiscal 2035.
Asimismo, se impulsará la cooperación entre municipios y organizaciones logísticas para asegurar el transporte de emergencia en caso de una posible catástrofe.
Finalmente, el gobierno japonés tiene como objetivo optimizar las condiciones en los refugios temporales y acopiar suministros fundamentales como camas, baños portátiles y material médico.
La fosa submarina de Nankai, situada en el océano Pacífico y donde convergen dos placas tectónicas, se extiende desde Shizuoka, al oeste de Tokio, hasta el extremo sur de la isla de Kyushu. En el pasado, ya ha sido el epicentro de potentes terremotos.

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