Cientos de personas formaron este jueves largas colas a las afueras de la sede del Ministerio de Cultura de Perú para despedir al expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), quien falleció el pasado miércoles a los 86 años y al que consideran «el mejor presidente» de la historia de su país.
«Chino, presente», arengaron algunos de los ciudadanos, en recuerdo al sobrenombre con el que era conocido el político de origen japonés, que llegaron desde diferentes distritos de Lima y de otras provincias del país para asistir al velatorio del exmandatario.
Los ciudadanos portaron, en su mayoría, fotografías de Fujimori en su etapa presidencial, en las que se podía leer «gracias por la paz que diste al Perú», además de banderas peruanas.
«Siempre vivirás en nuestros corazones, de la mayoría del pueblo peruano», corearon.
A las afueras de la sede del ministerio, se acumularon numerosos arreglos florales con las condolencias de los remitentes, varios de ellos legisladores y exlegisladores del fujimorismo.
«Él está en nuestros corazones y nunca va a morir, porque siempre dejará sus obras que están ahí, hechos y no palabras», declaró a EFE Alicia.
Vilma Barboza, otra ciudadana que llegó hasta el velatorio, señaló que lo hizo para «despedir al mejor presidente» de su país «en toda la vida» que tiene.
A su turno, Adelaida García reveló a EFE que decidió viajar desde la ciudad norteña de Tumbes, fronteriza con Ecuador, porque su esposo fue el primer alcalde que tuvo el fujimorismo y ella está «muy dolida» con su muerte.
La mujer remarcó que, «aunque la gente esté dividida, con errores y todo», Fujimori «ha sido el mejor presidente del Perú».
El fujimorismo cuenta en Perú con una aceptación que alcanza a alrededor del 20 % de los ciudadanos, lo que le ha proporcionado un grupo de seguidores constantes a lo largo de los años, aunque también ha limitado los intentos de Keiko Fujimori por ocupar la jefatura del Estado.
La líder política ha perdido en tres ocasiones consecutivas las elecciones generales en su país, en 2011, 2016 y 2021, frente a Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski y Pedro Castillo, respectivamente.
La muerte de su padre ha revivido la polémica nacional en torno a su legado, ya que sus simpatizantes lo honran por haber derrotado al grupo terrorista Sendero Luminoso y la crisis económica que afrontaba su país, pero sus detractores evocan la memoria de las víctimas de los crímenes de lesa humanidad por los que fue condenado, el autogolpe de Estado que dio en 1992 y los graves casos de corrupción por los que también fue sentenciado.
Este jueves, el féretro con su cuerpo fue trasladado hasta la sede del Ministerio de Cultura para un velatorio que se prolongará hasta el próximo sábado, cuando será enterrado en un cementerio privado de Lima.
Fujimori recibió honores de Estado, tal y como indica el ceremonial de su país, cuando sus restos llegaron al velatorio en la sede del Ministerio de Cultura.
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