El equipo periodistico de La Verdad de Monagas entrevistó a las personas sobrevivientes de la tragedia natural más grande registrada en el país, después del terremoto de Caracas de 1812. Desde el 15 de diciembre de 1999, cuando todo parecía normal, las vidas de miles de varguenses cambiaría para siempre.
Las lluvias que comenzaron desde el 14 de diciembre, eran normales sin embargo, con el pasar de las horas el agucero no cedía. La madrugada del 15 de diciembre las precipitaciones alcanzaban los 911 milímetros de agua por metro cuadrado, según informó Defensa Civil de aquel momento.
El agua que arrastraba gran parte de la tierra de las montañas, golpeaban las casas habitadas, derrumbando todo lo que encontraba a su paso. La incesante lluvia duró tres días, removiendo las montañas de sectores como Caraballeda, Macuto, Caribe, entre otros. Lugares que hoy día, se convirtieron en un camposanto.
«La montaña ruia como un león»
«El agua se escuchaba como un rugido, no entendiamos muy bien lo que estaba pasando desde los cerros. Hay zonas que hoy en día desparacieron del lugar, entre ellas mansiones, urbanismos completos, que la corriente se lo llevó todo», dijo Oscar Blanco sobreviviente del Deslave de Vargas.
Contó como vio su vida irse del lugar con el agua pantanosa que arrastraba todo a su pasó desde las montañas, la imagen que retumba en su cabeza es ver el agua entrar por el callejón donde habitaba con su familia, una niña de 3 años y su esposa embarazada de seis meses.
«Ese día no pude salir a trabajar porque la cantidad de agua que salía ya había arrastrado con carros, nadie podía cruzar de un lugar a otro. Cerca de la casa donde viviamos el agua con el pantano, había tapiado unas casas completas, una familia casí muere allí. Cuando se metió el agua en el callejón donde viviamos, fue muy tremenda, el papá de mis hermanos corría, el agua casi lo tapiza allí,» dijo Blanco.
«Eso sonaba como cuando un león se quiere comer algo, eso ruia, la montaña ruia, todo lo que se podía llevar, lo arrastraba, casas, carros, personas, todo», explicó Blanco.
Buscaron refugio en Maturín
«En medio de la tragedia tome la decisión de salir de Caribe, salimos hacía Los Roques, estuvimos como cinco días, a mi esposa embarazada le hicieron un chequeo, luego volvimos a Vargas, regresamos a nuestra casa, no había luz, no habían servicios básicos. Todo la zona estaba destrozada, carros tapiados, me enteré que mi mamá estaba en Maturín y decidimos venirnos para acá,» cuenta Blanco durante la entrevista.
El proceso de adptación para la familia Blanco Pereira duró varios años, incluso sentir que no pertenecian a la ciudad de Maturín, pues asegura que hubo rumores que todo lo malo que sucedía en la región (Delincuencia, robo, etc.) era resposabilidad de los sobrevientedes de Vargas, que trajeron como refugiados.
«Estuvimos esperando en el contrito militar de la avenida Bella Vista, luego nos llevaron a Punta de Mata, a un refugio, mientras tanto decidian que más hacer. Pasado un año volvemos a Maturín, Pero acá se corrió un rumor, que todo lo malo que sucedía en la ciudad, era culpa de los varguenses, pues llegó un momento en que no podían decir que provenían de La Guaira,» puntualizó.
Muertos que arrojó el deslave de Vargas
Miles de casas resultaron destruidas, y también hubo miles de muertos. Debido a la falta de una cifra oficial de víctimas, todavía no se conoce el número total de fallecidos. Las estimaciones varían desde 700 hasta 50,000.
Ante la incertidumbre, hasta la fecha 24 años después, no se ha podido contabilizar la cantidad de fallecidos que quedaron sepultados durante el deslave. En conversaciones con más sobrevientes de la tragedía, comentan su impresión al ver muertos sin piernas, brazos e incluso sin cabezas.
Yuletzi Pereira, sobreviviente de la tragedia de Vargas. Actualmente vive en La Guaira, dice que recuerda ese día como el más triste. Además dijo que vivió el momento más crudo de su vida, al igual que ver personas que fueron arrastradas por el pantano.
«Fueron momentos sorprendentes lo que uno vivió, de no saber donde estaban los familiares, amigos, desesperante, no saber si estaban vivos o muertos. Tuve un amigo que cumplía años ese día y más tarde nos informaron que mi amigo Reny se lo llevó la quebrada y murió,» recuerda Yuletzi.
«Tratando de buscar alimentos, donde teníamos que caminar horas y horas para tener que comer. La cosa más horrible que me tocó ver, fue tener que cruzar los rios en busca de alimentos y ver los cuerpos allí sin brazos, sin piernas y sin cabeza», dijo Pereira.
Yuletzi también dijo que vio una tragedia en paralelo, al ver toda la situación que vivían los varguenses por el deslizamiento, también los robos, saqueos e incluso violaciones.
La naturaleza siguió su curso los residentes de localidades como Caraballeda, Macuto o Camurí quedaron atrapados por el mortal deslizamiento de tierras.
Conozca desde la voz de sus sobrevivientes todo lo que vivieron durante tres días de deslave, marcando sus vidas para siempre, aún en la distancia recuerdan con dolor aquellos días tan trágicos que enluto al país por sus incontables números de fallecidos.
Testimonios de la Tragedia de Vargas desde Maturín y el estado La Guaira
Agradecemos a Glenis Pereira, Oscar Blanco, Alba Jiménez, Gloria Colmenares sobrevivientes que hacen vida en Maturín y Yuletzy Pereira desde La Guaira, quienes compartieron su experiencia que aún recuerdan como lo más feo que han visto en su vida.
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