Los cálculos en los riñones son uno de los problemas más temidos en relación con la salud de estos órganos. Es importante prestar atención a la salud renal, de manera que la afección no evolucione y perjudique el diario vivir de la persona.
De acuerdo con información del Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés), los cálculos o piedras en los riñones son trozos de un material sólido, que se forman en uno o ambos riñones cuando hay niveles altos de ciertos minerales en la orina.
No obstante, según anota la fuente consultada, “las piedras en los riñones rara vez causa daño permanente si un profesional de la salud los trata”.
Por lo general, los síntomas incluyen dolor agudo en la espalda y en el lado, la parte baja del abdomen o la ingle. También suele presentarse sangre en la orina. En caso de notar estas señales, es conveniente acudir a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y definir el tratamiento adecuado.
¿Cuáles son las causas de los cálculos en los riñones?
La enciclopedia médica Medline Plus reseña que los cálculos en los riñones son un problema común. Así mismo, anota que algunos son hereditarios e incluso pueden presentarse en bebés prematuros.
Ahora bien, es clave tener en cuenta que existen diferentes tipos de cálculos renales y las causas dependen, precisamente, del tipo de cálculo.
“Los cálculos pueden formarse cuando la orina tiene un alto contenido de ciertas sustancias que forman cristales. Estos cristales pueden convertirse en cálculos a lo largo de semanas o meses”, expone el Servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Cálculos de calcio: son los más comunes y ocurren con mayor frecuencia en los hombres entre los 20 a 30 años de edad. El calcio puede combinarse con otras sustancias para formar el cálculo.
El oxalato: “está presente en ciertos alimentos como las espinacas. También se encuentra en los suplementos de vitamina C. Las enfermedades del intestino delgado aumentan el riesgo de formación de estos cálculos”, detalla Medline Plus.
El NIDDK, dentro de sus recomendaciones para el tratamiento de las piedras en los riñones, sugiere evitar los siguientes alimentos para reducir la cantidad de oxalato en la orina:
- Nueces y productos de nueces o frutos secos,
- Cacahuetes (o maníes), que son legumbres y no nueces, y que tienen un contenido alto de oxalato.
- Ruibarbo.
- Espinacas.
- Salvado de trigo.
Otra recomendación implica reducir la ingesta de sodio, ya que la probabilidad de tener piedras en los riñones aumenta cuando se consume este mineral.
“El sodio es una parte de la sal. Muchos de los alimentos enlatados y empaquetados y las comidas rápidas tienen sodio. Muchos condimentos, aderezos y carnes también lo tienen”, precisa el NIDDK.
El consumo de proteína animal también aumenta el riesgo de desarrollar piedras en los riñones. Por tal razón, la fuente consultada también recomienda limitar el consumo de las siguientes fuentes de proteína animal:
- Carne, pollo y carne de cerdo, especialmente las vísceras.
- Huevos.
- Pescados y mariscos.
- Leche, queso y otros productos lácteos.
En su lugar, el NIDDK presenta algunas opciones para reemplazar la proteína animal en la dieta. Los frijoles, guisantes secos y las lentejas son alimentos de origen vegetal que tienen alto contenido de proteínas y bajo contenido de oxalato.
Es importante tener en cuenta que la ingesta de los alimentos mencionados previamente no necesariamente conllevará a que la persona desarrolle piedras en los riñones. En ese sentido, su consumo no debería ser suspendido definitivamente.
La asesoría de un profesional de la salud es clave para organizar una dieta balanceada y no privar al organismo de nutrientes valiosos debido a la prevención de afecciones renales.
Con información de Semana
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