En la zona de El Zorro de la parroquia Boquerón y el sector Villa Esperanza aseguran que tienen once años sin servicio de agua por tubería, prácticamente desde su fundación, por lo que los habitantes deben caminar hasta 500 metros de distancia para poder abastecerse.
Así lo indicó una de las vecinas del sector, quien destacó que es mucho lo que padecen por no poderse abastecerse directamente en sus hogares. En la principal existe una toma que no cuenta con las mangueras necesarias para realizar las conexiones hasta las casas. «Hay que cargar en tobos, por lo menos yo, voy todos los días, otras personas van un día sí y otro no; nos surtimos de casa de los vecinos, porque hay que cambiar el agua, se pasa mucha necesidad», dijo Yordalis Susarret.
Sucia
De igual manera mencionó que el recurso hídrico muchas veces sale sucia y hay que conectar bomba para que pueda llegar. «Llega con tierra, por lo que se ha solicitado al ente regional que nos ayude y hasta los momentos no tenemos respuesta», aseveró.
De igual forma en la avenida principal algunas personas se veían cargando agua desde casas vecinas hasta sus viviendas, debido a la escasez. «Desde tiempos de campaña prometieron venir aquí a brindarnos solución, aún estamos esperando porque son muchas las necesidades que pasamos en esos ranchos», reiteró Susarret.
Solo con bombas
Los vecinos se surten de aquí, el que no tiene bomba no se surte, son mas de seis años, dicen las personas que viven por aquí, no sé bien porque soy nueva en este sector, pero sé que faltan las mangueras desde la toma. Acabo de llegar el trabajo y estoy aprovechando para agarrar un poco de agua», agregó Milagros Gómez, otra de las habitantes de la calle principal de El Zorro.
Esperan solución habitacionales
En Villas de La Esperanza hay alrededor de 68 ranchos de los cuales, menos de la mitad se encuentran habitados, debido a que muchas personas se han ido por la falta de agua y la migración, relató Susarret. «La mayoría de las personas no tienen carretilla o carrucha hay personas de la tercera edad que viven solos y otros que están enfermos, ¿Quién les busca las maneras, a veces los vecinos les ayudan, pero de verdad pasamos muchas necesidades en esos ranchos, esperamos que se haga sustitución por viviendas», aseveró.
Fallas de luz
Otros de los problemas de la comunidad tienen que ver con las constantes fallas de energía eléctrica. «La luz ha fallado dos y tres veces al día desde que llegaron las lluvias, se han caído las guayas hace unos días por la misma razón, gracias a Dios lo arreglaron rápido», finiquitó Gómez.
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