Los comerciantes estiman que más de 20 mil personas diariamente se han movilizado en estos tres últimos días, antes del 24 de diciembre, por los negocios del casco central de Maturín, con la finalidad de efectuar las compras navideñas de última hora.
Gran cantidad de personas se mueven entre los comercios ubicados entre la avenida Bolívar, calles Monagas y Chimborazo, mientras otras, se trasladan hasta los centros comerciales que se encuentran en la avenida Alirio Ugarte Pelayo y la vía al sur de Maturín.
En todas las direcciones la escena es similar hombres, mujeres y niños andan buscando ropa, calzados, regalos, comida, repuestos, entre los rubros de mayor demanda. Incluso, todavía hay quien busca pintura, cortinas, cemento, pego, mientras otros, se llevan cajas de refrescos, jugos y bebidas de todos los colores y sabores para enfrían y tomar.
Los comerciantes pronosticaron que luego del 15 de diciembre iban a mejorar las ventas y las compras, pues se vería mayor movimiento de la actividad comercial no solo en Maturín, sino en toda Venezuela, pese a las variaciones de la divisa norteamericana.
Durante el mes de noviembre la canasta básica de alimentos alcanzó un valor de 474, 87 dólares, según estimaciones del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros, Cendas-FVM.
De acuerdo con ese análisis de la actividad económica del país, cuando el salario mínimo, de 130 bolívares, equivalía a 11,71 dólares mensuales, una familia necesitó 15,82 dólares diarios para cubrir la canasta alimentaria, calculada con los precios de 60 productos.
Es decir, se necesitan 40 salarios mínimos para comprar la canasta básica en Venezuela.
Maturín llena de compradores
El gerente de una zapatería del casco central de Maturín indicó que tuvo que contratar más de 3 jóvenes para atender la avalancha de compradores que desde hace 2 semanas frecuentan su local.
Mientras, otro comerciante debió colocar parte de su mercancía al frente de su negocio para atender la demanda de la clientela que se acerca para buscar ropa para los estrenos del 24 y 31 de diciembre.
El transporte público se ha hecho insuficiente dijo una mujer que vive en La Puente.
Explicó que de nuevo los buses pasan llenos y con gente parada. Muy pocos llevan asientos disponibles, así lo indicó, mientras con varias bolsas en la mano, esperaba una unidad frente a la calle del hambre, en la avenida Bolívar.
Las rutas de transporte público urbano de Maturín han extendido su horario de trabajo para atender la cantidad de pasajeros que continúan en la calle hasta más allá de las 9:00 de la noche.
Una mujer, de unos 40 años de edad, compró harina, carne molida, vegetales y unas hojas, porque tiene la esperanza de preparar unas hallaquitas para la cena del 24 de diciembre. «Teníamos tres años sin comer hallacas», dijo.
Al preguntarle cómo hizo para juntar el dinero, respondió que una hija que vive fuera del país, le envió una remesa y con eso pudo hacer el mercado navideño y lo hizo en Maturín, porque en Miraflores, municipio Punceres, donde reside, le hubiese costado el triple.
Un chofer de tráfico dijo que pasó dos horas en una empresa de envío de remesas esperando que le entregaran un efectivo.
Indicó que por primera vez observó que la cola se hizo casi interminable y lenta para recibir las divisas que le enviaron sus hijos que se encuentran fuera del país.
Por lo regular, era un trámite rápido, pero este 23 de diciembre en la cola había alrededor de unas 80 personas esperando ser atendidas, explicó.
Este 23 de diciembre la tasa del BCV estaba en 16, 45 bolívares por dólar, mientras que se cotizó 17, 44 bolívares por euro.
Las ventas de comida estaban a reventar, por la cantidad de comensales que llegaron a la hora del almuerzo. Las polleras, ventas de hamburguesa y hasta de empanadas, no se daban abasto para atender la clientela.
Los platos iban de $3, $5 hasta $15 con atractivos como refresco de 1,5 litros y raciones para 4 personas.
Las panaderías estuvieron muy concurridas.
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