El equipo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que investigó el origen del covid-19 en Wuhan en enero concluyó que es extremadamente improbable que el patógeno se originara en el laboratorio de máxima seguridad de la ciudad china.
Informe de la OMS
Un informe de la OMS, visto por la AFP antes de su publicación, considera que el covid-19 pasó probablemente de un murciélago a los humanos a través de un animal intermediario, descartando prácticamente la teoría de una fuga del laboratorio.
Pero esto quizá no acabe de descartar la teoría que impulsó el entonces presidente estadounidense Donald Trump y otros, y que ganó peso con el secretismo chino y su incapacidad de determinar el origen.
A continuación, algunos hechos clave sobre el laboratorio del Instituto de Virología de Wuhan y su relación con el covid-19.
Alta seguridad
El instituto alberga el Centro de Cultivo de Virus, el banco de virus más importante de Asia donde se preservan más de 1.500 variedades. Es capaz de manejar patógenos de clase 4 (P4, la más alta posible), es decir virus peligrosos que se transmiten de persona a persona, como el Ébola.
El laboratorio P4 costó 300 millones de yuanes (42 millones de dólares) y se terminó en 2015, aunque no se abrió hasta 2018.
El instituto también tiene un laboratorio de nivel P3, que incluye varios coronavirus y que está operativo desde 2012.
Investigaciones punteras
El instituto estudia algunas de las enfermedades más peligrosas del mundo y con anterioridad había investigado la relación entre los murciélagos y los brotes de enfermedades en China.
Sus científicos ayudaron a arrojar luz sobre el patógeno del covid-19 en los albores del brote en Wuhan.
En febrero de 2020, un grupo de investigadores publicó un trabajo que concluía que la constitución genética del nuevo virus era 80% similar al coronavirus del SARS. Asimismo, señalaron que 96% era idéntico al coronavirus encontrado en los murciélagos.
Muchos científicos piensan que el virus que causa el covid-19 se originó en murciélagos. Quizá haya pasado a los humanos a través de un mamífero desconocido a finales de 2019, en el mercado de abastos de Wuhan donde se vendían especies silvestres para consumo humano.
Liang Wannian, el jefe de los científicos chinos de la misión de la OMS, dijo al término de la misma que la transmisión animal sigue siendo la vía más probable, pero que aún queda por identificar el huésped reservorio.
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