El 8 de septiembre, Día de la Virgen del Valle, patrona del Oriente de Venezuela. La Virgen de los Marineros y de la Armada Venezolana.
Su devoción se expresa con mayor arraigo en los estados Nueva Esparta, Sucre, Anzoátegui y Monagas, pero desde hace unos años en varios países con la llegada de los venezolanos, es una de las advocaciones de la Virgen María que ha cobrado mayor relevancia y su fiesta mariana, se celebra con amor por su feligresía.
Este año 2023 se están conmemorando 112 años de su coronación canónica que se efectúo el 8 de septiembre por el obispo Antonio María Durán, Diócesis de Santo Tomás de Guayana, según el decreto de la Sagrada Congregación Romana, concedido por el papa Pío X, el 15 de agosto de 1910.
Desde la medianoche se escuchan los fuegos artificiales para anunciar que se vive un día especial y es por la Virgen del Valle, quien renueva la fe de sus devotos, quienes confían en ella sus más sublimes anhelos para que interceda ante Dios, para que les conceda una gracia, un milagro.
Hoy 8 de septiembre, las miradas de los venezolanos están dirigidas hacia la Basílica Menor de Nuestra Señora del Valle, ubicada en El Valle del Espíritu Santo, en la isla de Margarita, donde se encuentra la imagen de que es el centro de la Eucaristía y la procesión, sin embargo, en todos los estados orientales se estarán realizado actos eucarísticos para celebrar a «Vallita».
Sin embargo, la imagen de la Virgen del Valle se encuentra en la mayoría de los hogares orientales y donde su devoción ha llegado, con especial regocijo cada 8 de septiembre, se le viste y adorna para celebrar su día y su fiesta.
Virgen del Valle: Una historia bonita
De acuerdo con la historia, la imagen de la Virgen llegó al poblado denominado Villa de Santiago de Cubagua, Isla de Cubagua, procedente de España, en 1526.
En diciembre de 1541 se registró en el lugar un huracán que destruyó el emporio perlífero de Cubagua, la Virgen fue trasladada a la Isla de Margarita, “donde fue colocada en una pequeña iglesia de paja y bahareque”.
Reseña la historia que una vez en suelo margariteño, primero fue llamada Señora de la Tempestad, por haber resistido el huracán de Cubagua, pero el sacerdote Francisco de Villacorta, conocido en las islas como el máximo protector de los indígenas, trasladó la imagen de la Virgen a Margarita.
Por motivaciones patrimoniales y de preservación, Villacorta escondió la imagen en la Cueva de El Piache y encomendó a los Güaiqueríes su resguardo.
Sin embargo, existe la leyenda, donde se ratifica que hubo una tempestad, la Virgen se les apareció a los güaiqueríes, que eran los pobladores del sitio donde hoy se ubica la basílica, en el Valle del Espíritu Santo, en Nueva Esparta.
Los misioneros católicos no quisieron entrar en disputa con los indígenas acerca de este supuesto hecho que contradecía flagrantemente los dogmas católicos y les hicieron saber que la Virgen era suya; por eso se le empezó a llamar la Virgen de los Güaiqueríes.
Tal vez por este motivo o posiblemente por el hecho de que la Virgen estuvo un tiempo en la custodia de los Güaiqueríes, Pero, otros historiadores alegan que la aparición e inicio de la devoción hacia la Virgen del Valle en el oriente venezolano se realizó a través de indígenas Güaiqueríes, y por lo tanto esta Virgen entra en “el grupo de vírgenes que tienen ascendencia indígena”.
Es probable que al inicio del poblamiento del Valle del Espíritu Santo se le llamara “Nuestra Señora de Nueva Cádiz”, antes de otorgarle su advocación definitiva con la cual esta es conocida actualmente: la Virgen del Valle.
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