El cantante cubano Pablo Milanés, de 79 años de edad, murió de un cáncer, contra el que venía batallando desde hace años, este martes 22 de noviembre, en horas de la madrugada en Madrid, España.
Cubano y universal, Pablo Milanés, fundador de la Nueva Trova, abrazó con fuerza la revolución de Fidel Castro en sus inicios y con el tiempo tomó distancia, pero nunca rompió el lazo que lo unió a su pueblo a través de su música.
El artista, que falleció el martes en la madrugada a los 79 años en Madrid, ofreció a mediados de 2022 su último concierto en La Habana.
En esa ocasión sus conterráneos corearon una melodía tras otra en un reencuentro que, para muchos, también fue una despedida.
Tras cerca de tres años sin cantar en su tierra, blanco en canas y con problemas para movilizarse, «Pablito» Milanés conservaba la luz de sus ojos miopes, la sonrisa afable y la fuerza de su voz. Atrás había quedado el joven delgado de peinado afro al estilo de Angela Davis, que transitó del filin a la canción política. Entró en la música cubana, sentando cátedra, en los años 60 con «Mis 22 años» (1965).
Pablo Milanés y la Trova Cubana
Galardonado con dos Grammy Latinos por mejor álbum de cantautor (2006) y excelencia musical (2015), su voz era «cancionera, de patio, serenata y jardín, pero también de plaza fuerte y solidaria, voz de isla infinita y tierra firme (…) dulce y a la vez poderosa», dijo a la AFP José María Vitier, pianista, compositor y su colaborador cercano.
Pablo nació el 24 de febrero de 1943 en Bayamo (este), del matrimonio del soldado Ángel Milanés y Conchita Arias, una modista.
Conchita forzó el traslado familiar a La Habana, para que su hijo pudiera acudir a conservatorios. En los años 50, considerada la década de oro de la música cubana, el chico aprendió piano y exploró con otros creadores nuevas tonalidades y textos.
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