Recientemente es ya frecuente leer y oír esta frase. ¿Es eso cierto? En primer lugar, el petróleo y su asociado hidrocarburo, el gas natural, tanto en Venezuela como mundialmente, ahora más abundante que nunca y la tecnología ha hecho que esté en cada vez mayor cantidad, bajo costo y accesible a toda la humanidad. Lo que sucede es que el globo terráqueo ha venido incrementando su temperatura promedio de manera ininterrumpida desde la revolución industrial a finales del siglo 18. Al petróleo y al gas natural junto con el carbón, se les considera como responsables. Este aumento ha resultado en el incremento del nivel del mar.
Se ha comentado en ciertos círculos extremistas del ambientalismo que la eliminación del uso del petróleo y el gas natural, junto con el carbón, sería la solución al problema del calentamiento global. Que en su lugar el mundo debiera moverse a energías limpias renovables como la solar, la eólica, hidráulica y entre las no renovables, la nuclear. Pensar que la solar y el viento, entre otras resolverían esta situación, es una exageración que sería abrumadoramente costosa a la humanidad. En particular a las sociedades más desfavorecidas.
Es un tema apasionante donde están ingresando en su debate muchos intelectuales sin formación cuantitativa para determinar que el problema NO se resuelve excluyendo unas energías y concentrándose en otras que de paso son intermitentes. En su lugar las mentes más despiertas hablan de que se va a requerir sumar a ambas, las fósiles y las renovables. Obvio que las fósiles dentro del buen margen económico que disfrutan, deben incluir su adecuación al ambiente.
Para Latinoamérica, y en especial para Venezuela, este debate presenta mensajes muy claros y específicos. El caso de Venezuela con abundantes recursos energéticos de tipo fósil, es necesario estar conscientes de que estos van a ser los primeros en la línea de desaparición como combustibles para mover el globo, ya que las primeras acciones serían la desaparición de los recursos financieros externos. Segundo, que al continuar los gobiernos con el control férreo de la explotación y administración de los mismos, cosa que solo ha traído pobreza a la sociedad, al calificarlos como recursos estratégicos y soberanos, va a lograr que en sus manos expire su explotación rentable muchísimo antes que las necesidades insatisfechas de sus poblaciones.
@eromeronava