Este viernes 31 de octubre, el mes Rosa culminó con diferentes actividades de sensibilización y atención para las mujeres que hoy luchan contra el cáncer de mama, las sobrevivientes y quienes deben guiarse con medidas de preventivas para evitar esa terrible enfermedad.
La Dirección Regional de Salud organizó una jornada integral de atención conjuntamente con la Fundación Damas Rosas, contando con el apoyo del gobernador Ernesto Luna, en sinergia con el sector privado del estado Monagas, razón por la cual este cierre de programación con motivo del Mes de la Concientización sobre el Cáncer de Mama se llevó a cabo en una de las salas de proyecciones de la empresa Cines Unidos.
En esos espacios, más de 50 mujeres procedentes de distintas parroquias del municipio Maturín, recibieron atención médica con toma de presión arterial y evaluación oftalmológica, entre otros servicios.
Posteriormente, disfrutaron de la película “Un amor extraordinario”, cuya trama gira entorno a “una pareja irlandesa casada desde hace tiempo que se enfrenta a un futuro incierto cuando a la esposa se le diagnostica inesperadamente un cáncer de mama”, al finalizar María Gómez, coordinadora de Programas de Insamonagas, dictó una charla que junto con el argumento del film permitieron comprender mejor el proceso del cáncer de mama, abriendo el ciclo de preguntas y respuestas entre las asistentes y los especialistas.
Esperanzadas y luchadoras
Las mujeres que asistieron a la convocatoria manifestaron sentirse esperanzadas, señalando que la perseverancia en el cumplimiento de los tratamientos y la fe fueron herramientas claves para afirmar que vencieron el cáncer.
Noraida Hernández, de 54 años, sobreviviente del cáncer de mama, contó que su proceso fue duro tanto para ella, como para su familia, sin embargo, el apoyo de sus seres queridos le dio fuerzas para seguir batallando, destacando que nunca dejó de creer en Dios para que la sanara y que hoy gracias a su constancia, valentía y fe es una persona que pudo vencer esta terrible enfermedad.
Damary Plaza, 36 años, paciente con cáncer de mama etapa 2, enfatizó que al recibir el diagnóstico la invadió el temor, pero a la vez, sintió que no todo estaba perdido y saber sobre otras mujeres que lograron sanar, la motivó a mantenerse de pie y seguir su ciclo de quimioterapia para ganar la batalla por la vida.






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