La junta militar de Birmania ha desestimado la posibilidad de una tregua en el conflicto civil del país, concentrándose en la protección y entrega de ayuda humanitaria a las regiones afectadas por el devastador terremoto del pasado viernes, que ha cobrado la vida de cerca de 3.000 personas, mientras se desvanecen las expectativas de rescatar a sobrevivientes.
El líder del régimen, Min Aung Hlaing, quien ha estado en el poder desde el golpe de estado de 2021, declaró que el Ejército seguirá con sus «operaciones defensivas», según informaron hoy los medios oficialistas.
Además, desestimó la tregua que había sido ofrecida el día anterior por una poderosa alianza de guerrillas para facilitar las labores humanitarias.
Junta militar de Birmania no cederá
La junta, que fundamentó su decisión en que las fuerzas rebeldes podrían aprovechar la tregua para «organizarse», incrementó este miércoles a 2.886 el total de fallecidos y a 4.639 el de heridos por el sismo de 7,7 que afectó hace cinco días a la región centro-norte de Birmania (Myanmar).
Richard Horsey, analista del International Crisis Group especializado en Birmania, menciona en un comunicado que el rechazo a la tregua refleja «cuán vulnerables se sienten (los militares), intentando evitar perder territorio (…) Están actuando en modo de supervivencia», añade.
La negativa a la tregua ocurre en un momento en que diversas organizaciones humanitarias y naciones solicitan que se asegure la protección de los civiles y el acceso a asistencia, cuando más de 8,5 millones de personas han sido «directamente impactadas» por el terremoto, de acuerdo con la oposición democrática de Birmania.
La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) expresó hoy en un comunicado dirigido a EFE que es «inaceptable» que los trabajadores humanitarios se encuentren en situaciones de riesgo, luego de que el Ejército abriera fuego contra un convoy de la Cruz Roja China, aunque no se registraron víctimas.
El suceso tuvo lugar el martes, cuando el convoy viajaba desde el estado de Shan en Birmania, que limita con China, hacia Mandalay, la segunda ciudad más grande del país, la cual ha sido gravemente impactada por el terremoto.
Entonces, y según dijo hoy el portavoz castrense, Zaw Min Tun, militares «dispararon al aire tres veces», después de que el Ejército pidiese al convoy que parara, sin que lo hiciera.
El militar justificó que no tenían claro la procedencia del convoy, si bien al acudir a registrarlo este «se presentó» como de la Cruz Roja China.
Por otro lado Pekín, cercano a la junta militar, pidió hoy que «todas las partes» garanticen la seguridad del personal humanitario en el país.
La junta, informó que al menos 1.485 rescatistas de 15 países ( China, India, Rusia, Singapur, Tailandia, Vietnam, Malasia, Emiratos Árabes Unidos, Laos, Bielorrusia, Turquía, Bután, Filipinas, Bangladesh e Indonesia ) se han desplegado en Birmania, donde continúa la búsqueda de supervivientes entre miles de edificios derruidos.

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