Dando continuidad a los programas municipales de apoyo a madres, niños y las familias, la alcaldesa Ana Fuentes participó en las actividades conmemorativas de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, para promover junto con las madres que amamantan este acto de profundo amor.
En su rol de madre primeriza y en el proceso de amamantar, la mandataria municipal destacó la importancia que tiene esta práctica en el proceso de desarrollo del bebé.
«Desde la Casa de la Mujer y la Familia contamos con el programa Amor Gestante donde se brinda atención durante y después del parto tanto a la madre como al bebé, durante su crecimiento», expresó la alcaldesa.
Asimismo, detalló que en el proceso de lactancia se crean espacios de cercanía que contribuyen con la salud integral del bebé, ya que el tacto es el sentido más implicado en el desarrollo cerebral de los niños. «Incluso si no se alimenta del pecho, existen formas de poder dar la leche materna que le permiten al bebé participar activamente en su alimentación y a la vez la madre puede trabajar».
Por su parte, la presidenta del Instituto Municipal de la Mujer y la Familia (Immufa), Yoconda Correa, precisó que este año trabajan bajo el eslogan «Cerrando brechas», brindando apoyo a la lactancia materna en todas sus situaciones, para promoverlo como un acto respetuoso y beneficioso, sin sentir alguna vergüenza.
Durante la actividad se realizó la entrega de reconocimientos a los bebés por alcanzar los primeros tres y seis meses de lactancia exclusiva.
Semana mundial de la Lactancia materna
Como cada año, entre el 1° y 7 de agosto, estas jornadas de acción y concientización buscan promover la leche materna como la mejor forma de aportar al bebé todos los nutrientes necesarios para un crecimiento saludable y reforzar el vínculo afectivo amoroso, con palabras, miradas y caricias que favorecen su desarrollo integral.
Cuando los bebés son amamantados, encuentran una fuente de seguridad, comunicación, abrazo y tranquilidad, y gracias a esta cercanía, también un ámbito propicio para relajarse y dormir. Por eso, es esencial que la comunidad apoye esta práctica. Esto incluye a la pareja, la familia y el entorno cercano, quienes deben colaborar en la distribución de las tareas domésticas y de cuidado compartido; y también a los lugares de trabajo y estudio, que deben ofrecer permisos, espacios para la extracción de leche y horarios flexibles para alimentar al niño.
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