Los ministros de Exteriores de Arabia Saudí e Irán, Faisal bin Farhan y Ali Bagheri Kani, mantuvieron este jueves una llamada telefónica en la que abordaron la situación en Oriente Medio, en un momento de máxima tensión tras el asesinato en Teherán del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh.
El Ministerio de Exteriores saudí se limitó a informar en un comunicado de que ambos diplomáticos abordaron las relaciones bilaterales «y los últimos acontecimientos en la región», sin aportar más detalles.
Arabia Saudí es uno de los pocos países de Oriente Medio que no se ha pronunciado respecto al asesinato atribuido a Israel de Haniyeh, que murió en un ataque contra su residencia en la capital iraní, donde se encontraba para participar en la ceremonia de investidura del nuevo presidente de Irán, Masoud Pezeshkian.
Pese a que varios países han acusado a Israel de realizar este asesinato selectivo, el Gobierno israelí no se ha atribuido la autoría del ataque, que ha hecho saltar las alarmas en la región ante las crecientes preocupaciones de una posible expansión de la guerra en la Franja de Gaza.
De hecho, Egipto y Jordania incluso han responsabilizado a Israel de «la peligrosa escalada» en la región, marcada por la guerra en el enclave palestino y también por este tipo de asesinatos contra destacadas figuras de Hamás y del grupo chií libanés Hizbulá.
Arabia Saudí ha condenado con dureza la ofensiva israelí en Gaza, que se ha saldado ya con casi 40.000 muertos, pero ha evitado en gran medida ser el adalid de la campaña de denuncia contra las prácticas de Israel en el enclave y en la región, aunque esporádicamente ha pedido «moderación» para que la guerra no se expanda.
De hecho, antes del estallido de la guerra en Gaza el pasado octubre, Arabia Saudí manifestó su deseo de establecer relaciones con Israel, aunque condicionó la normalización al reconocimiento de un Estado palestino independiente.
La llamada entre Bin Farhan y Kani se produce en un momento en el que también algunas milicias y grupos chiíes de la región respaldados por Irán han prometido vengar la muerte de Haniyeh, así como la del alto comandante de Hizbulá Fuad Shukr, asesinado ayer por Israel en un bombardeo en Beirut.
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