Gemini Sur obtiene la primera evidencia directa de una exoplaneta siendo devorado por una estrella similar al Sol. Una noche de 2020, los científicos que trabajaban con el telescopio Gemini Sur, en Chile, notaron que una estrella en el firmamento aumentaba su brillo de manera descomunal. El anormal brillo duró toda una semana y luego se ‘apago’ sin motivo. El equipo del observatorio no sabía qué pensar, así que iniciaron el análisis de los datos. Habían visto, por primera vez en la historia, una estrella moribunda engullir abruptamente un planeta tras un aumento de la masa coronaria.
La estrella que presenciaron había llegado a su etapa final de vida, convirtiéndose en una gigante roja mientras condenaba a un exoplaneta del tamaño de Júpiter a la destrucción incandescente. Según los datos de los científicos, este sol se encontraba a unos 13 mil millones de años luz de la Tierra, dentro de nuestra Vía Láctea.
El sol brilla de repente al expulsar algo de material
El fenómeno fue visto en 2020 pero tuvieron que pasar tres años para que el equipo encontrara una explicación de lo que presenciaron. No sabían lo que habían visto. Los astrónomos conocen de sobra el ciclo de vida de las estrellas e incluso han encontrado ‘restos’ de planetas devorados por ellas, pero como casi todos los fenómenos espaciales, no habían tenido la oportunidad de capturar evidencia de uno en ‘tiempo real’. Ahora no solo vieron cómo son los últimos días de una estrella, sino que también analizaron los cambios en el astro justo en el momento en el que se come un planeta gigante.
Tras el análisis de la información, se determinó que el estallido de la estrella duró 100 días. Ese Sol tiene 1.5 veces la masa del nuestro y desprendió material de hidrógeno equivalente a 33 masas terrestres. Pero más importante que eso, los científicos ahora saben cómo luce el momento en el que un planeta se destruye por la expansión de una estrella. A partir de ahora, los observatorios de todo el mundo sabrán distinguir entre eyecciones solares ‘normales’ y expulsiones de materia derivadas del consumo de exoplanetas.
«Miles de millones de años existiendo y luego, en un destello que dura semanas, se acaba todo»
Los datos que capturó el telescopio Gemini Sur son ahora codiciados en todo el mundo. La imagen que captaron los científicos es, al mismo tiempo, una especie de fotografía del fin de nuestro planeta. La Tierra, junto con Venus y Mercurio también serán engullidos por el Sol cuando entre en su etapa final y se vuelva una gigante roja. Este fenómeno pasará hasta dentro de 5 mil millones de años.
“Si alguna otra civilización nos estuviera observando desde 10 mil años luz de distancia mientras el Sol engulle a la Tierra, verían cómo el Sol brilla de repente al expulsar algo de material, para luego formar polvo a su alrededor y volver a ser lo que era” ejemplificó Kishalay De, investigador del Instituto Kavli de Astrofísica e Investigación Espacial del MIT y líder del equipo de científicos que estudia la estrella.
Ryan Lau, coautor del reporte reflexionó sobre su casual descubrimiento: “Creo que hay algo bastante notable en estos resultados que hablan de la fugacidad de nuestra existencia. Después de miles de millones de años que abarcan la vida útil de nuestro Sistema Solar, nuestras propias etapas finales probablemente concluirán en un destello final que dura solo unos pocos meses.”
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