Este domingo 1º de enero el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva será proclamado presidente para los próximos cuatro años, en una ceremonia en Brasilia vigilada por un operativo de seguridad inédito y en ausencia del mandatario saliente, Jair Bolsonaro.
El ultraderechista abandonó Brasil el viernes y viajó a Estados Unidos, dos días antes del fin de mandato. Por primera vez desde 1985, un mandatario entrante no recibirá la banda presidencial de manos de su predecesor y todavía es una incógnita quién se la entregará a Lula.
Más de 30 mil personas se esperan en la toma de posesión en Brasil
Se esperan unas 300.000 personas en las calles de la capital para acompañar de cerca la investidura y un megaconcierto con más de 60 músicos en la emblemática Explanada de los Ministerios.
Al grito de “¡Lula, guerrero del pueblo brasileño!” y “¡Aha, uhu, la Explanada es nuestra!” centenares de seguidores hacían cola a primera hora de la mañana en los controles de seguridad, constató la AFP.
Algunos incluso se pasaron primero por el hotel donde se hospeda Lula, como Valter Gildo, quien desplegó una banderola que rezaba “Bienvenido de vuelta a la capital, presidente Lula”.
EL COMERCIO
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