Las bolsas chinas experimentaron pérdidas en la sesión de este lunes después de que una serie de protestas contra la política nacional de ‘cero covid’ se extendiera a diversas ciudades del país, derivando en algunos casos en enfrentamientos con la Policía y detenciones.
El mayor descenso entre los mercados chinos lo registraba el selectivo de la Bolsa de Hong Kong, el Hang Seng, con una bajada del 1,57 %.
En la parte continental del país, y pese a que la prensa oficial mantiene un silencio absoluto sobre las manifestaciones de calle, el índice de referencia de la Bolsa de Shanghái perdió un 0,75 %, mientras que el parqué de Shenzhen hizo lo propio en un 0,69 %.
El CSI 300, índice que sigue la evolución de los 300 principales valores de estos dos mercados, cedió un 1,13 %.
Mientras tanto, el recientemente establecido referencial de la nueva Bolsa de Pekín -centrada en pymes- retrocedió un 0,96 %.
Protestas tienen consecuencias
La divisa nacional, el yuan, también ofrecía hoy un rendimiento negativo, ya que la tasa ‘onshore’ -negociada en mercados nacionales- caía un 0,65 % frente al dólar hacia las 16.30 hora local (08.30 GMT) en comparación con la última hora del viernes, mientras que la ‘offshore’, operada en mercados internacionales como Hong Kong, bajaba un 0,24 % a esa misma hora.
La indignación en las redes por la muerte de 10 personas en el incendio de un edificio aparentemente confinado de la ciudad de Urumqi (noroeste) se materializó en vigilias y manifestaciones públicas en numerosas partes del país, entre ellas ciudades importantes a nivel político y económico como Pekín o Shanghái.
La agencia de calificación crediticia Moody’s hizo hoy referencia al posible impacto económico de las protestas: «Esperamos que éstas en diversas ciudades chinas (…) se disipen de forma relativamente rápida y sin resultar en violencia política grave», indicó el vicepresidente de Moody’s Investors Service, Martin Petch.
«Sin embargo, tienen potencial para afectar negativamente a la calificación crediticia (de China) si se prolongan y las autoridades responden con más fuerza. Aunque esta no es nuestra hipótesis de partida, supondría un mayor nivel de incertidumbre sobre el grado de riesgo político en China, propagándose a una dañada confianza y, por ende, al consumo, en una economía ya de por sí debilitada», agregó.
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