Rusia elevó hoy a 13 el número de muertos en el accidente del cazabombardero que se estrelló la víspera en el patio de un edificio de apartamentos en la ciudad balneario de Yeisk, cerca de Ucrania y bañada por el mar de Azov, según el Ministerio para Situaciones de Emergencia.
Anoche las autoridades locales informaron de al menos tres muertos, pero durante la operación de búsqueda y rescate se hallaron otros diez cuerpos sin vida, según indicó en Telegram la cartera dirigida por Alexandr Kurenkov.
«El total de muertos es de 13 personas, entre ellas tres niños. 19 más resultaron heridas como consecuencia de la emergencia», escribió el ministerio.
Durante las tareas de rescate y eliminación de escombros se pudo salvar a 68 personas, añadió.
El incidente se produjo cuando un avión militar ruso Su-34 se estrelló en el patio de un edificio residencial de nueve plantas tras incendiarse uno de los motores durante el despegue de un vuelo de entrenamiento desde el aeródromo del Distrito Militar Sur, según indicó el Ministerio de Defensa.
El piloto se catapultó.
Cuando se estrelló el cazabombardero en el patio el combustible del avión se incendió y el fuego se extendió al edificio de viviendas.
Más de 360 residentes del edificio fueron evacuados.
Tanto Kurenkov como el ministro de Sanidad, Mijaíl Murashko, y el gobernador de Krasnodar, Veniamin Kondratiev, se trasladaron al lugar del accidente.
El Comité de Investigación de Rusia, dependiente de la Presidencia rusa, abrió un caso penal, como es habitual cuando se registra un accidente aéreo.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ordenó que se proporcione toda la asistencia necesaria a los heridos y familiares de las víctimas.
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