Luego que Lituania restringiera el tránsito desde y hacia la región rusa de Kaliningrado, el Ministerio de Exteriores de Rusia, exigió a la Unión Europea (UE) que restablezca “inmediatamente” el paso de mercancías en la zona.
A través de un comunicado, enviado al embajador de la UE en Moscú, Markus Ederer, el organismo euroasiático expresó su “firme protesta en relación con la propagación de las restricciones antirrusas y unilaterales al tránsito de mercancías” en la zona.
En este sentido, las autoridades rusas aseveraron que la decisión lituana es “inadmisible”, pues a su juicio “violan las obligaciones jurídicas y políticas de la UE” y constituye “una escalada de la tensión” actual. Asimismo, indicaron que responderán ante esta medida y que las acciones que emprendan “afectarán gravemente” a Lituania.
“Rusia reaccionará sin lugar a dudas a estas acciones hostiles (…) Las medidas correspondientes se estudian en formato interinstitucional y serán aprobadas próximamente (…) Sus consecuencias incidirán gravemente en la población de Lituania”, advirtió el secretario de Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev.
Por su parte, el Gobierno de Lituania indicó que la limitación del enclave ruso de Kaliningrado, que se encuentra en la costa del mar Báltico entre territorio lituano y polaco, se corresponde a las sanciones adoptadas por el grupo de los Veintisiete en respuesta a la invasión rusa contra Ucrania.
De vuelta a la guerra en suelo ucraniano, la Administración de Kyiv denunció que las tropas rusas lanzaron una nueva ola de bombardeos en la región de Donetsk, utilizando “municiones de racimo”, las cuales están prohibidas por el derecho internacional.
Según los reportes de la prensa local, los ataques se produjeron en 16 asentamientos de la zona y causaron la muerte de varias personas, así como destrucción de unos 54 edificios civiles.
Adicionalmente, se conoció que el Presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, visitó “en secreto” la ciudad de Lisichansk, en Luhansk, para conocer de primera mano la situación en el frente, especialmente la de Severodonetsk, que según sus propias palabras, actualmente es “el epicentro de la guerra en el Donbás”.
Por otra parte, el Servicio de Seguridad de Ucrania anunció la detención de un alto cargo público y un empresario, por presuntamente, formar parte de una red de espionaje ruso y estar transmitiendo al enemigo “diversas informaciones de inteligencia”.
Finalmente, se reveló que la empresa rusa Gazprom suspendió el suministro de gas a través del gasoducto TurkStream, tras llegar a un “acuerdo” con “todas las partes interesadas”, para realizar “labores de mantenimiento”.
Este gasoducto, tendido por el fondo del mar Negro, anualmente bombea unos 31 mil 500 millones de metros cúbicos combustible a Turquía y a varios países del sur de Europa.
Cabe recordar que, en las últimas semanas, la gasífera rusa ha reducido o suspendido sus envíos de gas a naciones europeas “inamistosas”, esto en represalia a las sanciones que Occidente ha impuesto sobre Rusia por la invasión a Ucrania.
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