Funerarias de la ciudad de Maturín ofrecen diversos servicios y opciones amoldadas al bolsillo del ciudadano, sin embargo, los costos mínimos sobrepasan los 200 dólares.
Joselyn del Blanco, de la Funeraria Santa Lucía ubicada en la avenida Bicentenario, explicó que hay clientes que acuden y solicitan sólo el servicio porque consiguieron la urna a través de la Alcaldía u otros medios.
«Nos encargamos del alquiler del ataúd y el traslado de acá al cementerio, una vez allá se encarga el familiar de hacer la gestión pertinente», indicó.
El familiar gestiona la fosa, y en ocasiones, son ellos mismos quienes traen los implementos y materiales para abrirlas, abaratando los costos.
«Si nosotros nos encargamos del hueco o fosa, sería un costo adicional, ahorita debe estar alrededor de los 140, 150 dólares», comentó del Blanco.
En la ciudad, actualmente, hay diversidad de empresas que se dedican al ramo. Por ejemplo, en funeraria Santa Lucía al mes pueden ser ingresados de 3 a 4 cuerpos.
La Funeraria Santa Lucía lleva 60 años en la ciudad, pasando de generación en generación.
De igual modo, la Corporación Funeraria Virgen de Lourdes, lleva más de 30 años ofreciendo sus servicios, los paquetes fúnebres oscilan entre 80, 100 dólares hasta 1000 dólares, dependiendo del requerimiento del familiar.
En la actualidad, se está extendiendo el horario, los familiares pueden velar hasta 8 horas diarias.
Traslado fúnebre entre municipios
Los servicios fúnebres pueden ofrecerse entre municipios y dependerá del traslado, ubicación y empresa el costo del mismo.
«Nosotros normalmente prestamos la atención acá, si el familiar requiere un servicio más lejano debe cancelar el servicio hacia otro municipio. Recientemente, hicimos el traslado hacia Barrancas, el servicio normal, sin traslado, le salió en 300 dólares. Pero al movilizar el cuerpo le salió en 600 dólares en total», explicó Joselyn del Blanco.
El servicio normal consta de la capilla a domicilio, el ataúd, la preparación, ida y vuelta de los instrumentos y el costo de la gasolina.
«Con el problema que hay de la gasolina, nosotros surtimos a precio dolarizado», agregó.
La Corporación Funeraria Virgen de Lourdes, ubicada en la calle Girardot con avenida Rivas, también ofrece el servicio de traslado. No cuentan con una sede en otros municipios, no obstante, se encuentran buscando una.
Jenni Brito ejemplificó un traslado hipotético hacia Aragua de Maturín, por parte de la Funeraria Virgen de Lourdes.
«En ese caso hipotético, lo único que exigimos es que vayan realizando la documentación y nos dirigimos de acá hasta allá, trasladamos el equipo de capilla y el preparador para poder atenderlos», aclaró.
El costo del traslado, hacia esta ubicación se encuentra en 20 dólares.
¿Ataúd con lujos, de madera o metal?
El costo de las urnas varía según el modelo, material, tamaño, entre otros detalles. «La urna para un bebé oscila entre 30 y 40 dólares, su precio dependerá del modelo que se solicite», acotó del Blanco.
A diferencia de las que utiliza un niño o un bebé, las urnas para adultos son más costosas, las más económicas pueden costar entre 100 y 150 dólares, en la Funeraria Santa Lucía.
Mientras, en la funeraria Virgen de Lourdes compran urnas ya fabricadas, los proveedores trabajan con diversos materiales como la madera, el apamate y el cedro, materiales que elevan los costos.
A inicios de la pandemia por Covid-19 América Latina a raíz de la falta de recursos, recurrió a la fabricación de ataúdes de cartón, a su vez, la demanda trajo como consecuencia la escasez de urnas en todo el mundo.
«Cuando la pandemia, debido al sistema 7 más 7, algunos camiones no lograban pasar de un estado a otro, fue entonces cuando nos vimos con esa dificultad, pero nosotros gracias a Dios para nuestros asegurados teníamos disponibilidad», señaló Jenni Brito.
En dicha empresa toman estas previsiones y el deber de cumplir con el servicio, por lo que «siempre tenemos 5 ataúdes para nuestros asegurados».
Existen tres categorías de urnas para niños, de 0,60 cm, 0,80 cm, y de 1 metro, metro veinte.
«La de 0,60, que es la más común, tiene un costo de 35 dólares, un ataúd totalmente de madera. Si es de metal, ya es lujo, la conseguimos en 45,50 dólares dependiendo como venga estructurada», afirmó Brito.
En la compañía no venden urnas solas, normalmente estas vienen incluidas en un paquete junto a la preparación, retiro del hospital, y si requieren velar a su familiar en capilla el servicio de cafetín.
El ataúd para adulto tiene un costo de 130, 150 dólares, dependiendo del que escoja el familiar.
Servicio fúnebre
Trabajan con contratos básicos, donde pueden anotar a 8 personas, el servicio cubre al grupo familiar pero sin incluir la capilla, traslado ni reparación.
Al ser trasladado debe realizarse el pago previamente. La preparación no está incluida a consecuencia de que hay diversas razones de defunción, por lo que hay varias maneras de preparación de los cuerpos al morir.
«Hay familiares que quieren que el cuerpo resista más en ser velado, hasta 4 días, dependiendo de lo que quiera el familiar».
El contrato es cancelado por cuotas de 5 dólares mensuales, para que pueda ser más «suave el golpe».
«Las personas mayores de 60 años entran con un 60%, una vez que la persona mayor a los 60 ingresa, el familiar debe cancelar el 60% del costo del servicio actual. Todas las funerarias tenemos esa política», explicó
Los familiares deben cancelar el 60% y la funeraria le exonera el 40% restante. En la Corporación Funeraria Virgen de Lourdes sus asegurados cancelan una cuota de 16 bolívares mensuales, y al igual que en la funeraria Santa Lucía, cuentan con 8 cupos anuales, sin importar el parentesco.
«No nos encargamos de las fosas, eso se encarga directamente el cementerio al igual que la permisología, ese es un trámite totalmente gratuito», enfatizo Brito.
Manifestó que en la morgue a los usuarios les cobran hasta 30 dólares por un certificado.
«También hay personas que dicen no velar, solo retiren y lleven directo al cementerio con el ataúd, este servicio varia de 80 a 90 dólares dependiendo», manifestó.
A raíz de la pandemia
A raíz de la pandemia incrementó la cremación del cuerpo, toda vez que las autoridades no permiten que el cuerpo sea velado por medidas de bioseguridad ante la pandemia del Covid-19.
Es tradición de las familias venezolanas despedir a sus seres queridos a través de un velorio junto a familia, amigos y conocidos, pero con la llegada del Covid, esto no ha sido posible.
«Para nosotros ha disminuido el trabajo por la pandemia, (…) las personas quieren velar en capilla pero cuando se les dice que Sanidad no permite velar por la misma situación más de 3 horas y solo 10 personas nada más, las personas prefieren llevarlo directamente al cementerio o al domicilio o sencillamente ubican alguna funeraria que lo permita», explicó Brito.
Otras personas prefieren enterrar a sus familiares debido a que es más económico. «Porque si decide cremar debe pagar un servicio por ejemplo de 100 dólares, incluyendo todo, porque no puedo vender el ataúd, se le hace en ese caso una especie de préstamo», comentó.
Una vez que retorna la urna es desinfectada, se remueve el perlón y coloca uno nuevo, para poder utilizarlo nuevamente.
Sin embargo, la funeraria tiene un promedio de 70 a 80 servicios mensuales.
Servicio de cremación
Las funerarias actualmente se encargan del traslado únicamente, y la compañía Kamesh 2 C.A. se encarga de la cremación. El crematorio cobra sus servicios aparte.
Esto en conjunto al Cementerio Municipal, Kamesh 2 C.A. quienes realizan la cremación y el cobro del mismo.
«Ellos cobran 300 dólares los días de semana, fines de semana y feriados hasta 340 dólares», agregó Joselyn del Blanco.
En conclusión, morir en Monagas resulta costoso y lo aconsejable es que las familias tengan la previsión de los servicios funerarios para evitar recurrir a endeudarse en un momento tan difícil como es la muerte.
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