El Ministerio de Seguridad Nacional de Trinidad y Tobago informó este viernes de la repatriación de 35 de los 39 migrantes venezolanos que fueron detenidos el pasado 6 de febrero, cuando los guardacostas trinitenses dispararon contra una embarcación matando a un bebé.
Las autoridades locales, junto a representantes de la Embajada venezolana en Trinidad y Tobago, registraron al grupo para asegurarse de que ninguno de los migrantes era víctima de tráfico humano, según la nota.
La madre del bebé, que resultó herida durante el incidente con los guardacostas se recupera de sus lesiones en un hospital del país caribeño y se encuentra ya fuera de la unidad de cuidados intensivos.
La familia Santoyo Sarabia quiere que el Ministerio de Seguridad Nacional les otorgue permisos para permanecer en Trinidad y Tobago y no ser deportados, según anunció este jueves su abogado.
El letrado Blaine Sobrien dijo que sus clientes son «refugiados y hay familiares del bebé en Trinidad y Tobago que no pueden regresar a Venezuela porque algunos de ellos eran miembros de las fuerzas armadas y si regresan pueden enfrentar la cárcel o ser asesinados».
El objetivo es la reunificación familiar en Trinidad y Tobago, donde ya vive el padre del niño fatalmente tiroteado y otros parientes.
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