¿Hasta cuándo nos tendrán padeciendo? es la pregunta que se formulan los residentes del urbanismo Bello Campo de la parroquia Boquerón en Maturín.
Señalan que tienen más de 10 meses sin poder adquirir las bombonas, por lo que se ven en la necesidad de utilizar cocinas, tostiarepas, ollas arroceras o parrilleras que utilizan electricidad y en algunos casos, fogones para poder cocinar los alimentos.
En la casa de Ana Mayora, una señora de 64 años, tuvo que habilitar en un pequeño espacio de la parte trasera de su vivienda un fogón «es muy incómodo para mí, vivo sola e imagínate, tengo que esperar que mi nieto me traiga un ‘bojotico’ de leña, prenderlo y tragarme todo ese humo, porque tenía una cocina eléctrica, pero ya pagó su tiempo de utilidad».
Aseguró que ya están desesperados, por lo que hacen un llamado a las autoridades competentes para que den una solución a esta grave problemática.
Por su parte, Alexander Vásquez, indicó que junto a su familia no soporta la situación porque ya han pasado demasiado tiempo sin el servicio de gas doméstico. Añadió que algunas veces ha tenido que pagar hasta 20 dólares por el llenado de una bombona.
En tal sentido, los vecinos utilizan este medio a fin de que las autoridades gubernamentales, les ofrezcan solución a la situación que los aqueja desde hace mucho tiempo.
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