Gran número de voces se han levantando desde el fin de semana y hasta este viernes siguen siendo un escándalo en redes sociales las acusaciones sexuales a músicos, artistas, periodistas del mundo digital y escritores contra mujeres, incluso algunas menores de edad.
Ante las diversas denuncias, el Fiscal General de la República, Tarek William Saab, anunció que se realizarán pesquisas contra varias figuras públicas venezolanas. La noche del jueves 29 de abril informó al país que se abrió también una investigación en contra de los periodistas Víctor Amaya, editor jefe del diario Tal Cual, y César Batiz, director de El Pitazo, por violencia psicológica y acoso sexual.
Sobre los periodistas pesa la investigación de violencia psicológica y acoso sexual; ambas acciones sancionadas en el país. La averiguación se inició luego de las denuncias recibidas en el Ministerio Público (MP). Estas comenzaron esta semana sobre tres personas: el escritor venezolano Willy Mckey, quien se suicidó en Argentina tras haber reconocido sus actos, también siguen señalados el músico Alejandro Sojo además de Tony Maestracci.
Esta investigación se hará en Caracas y Víctor Amaya y César Batiz se suman a la larga lista que tiene el MP.
La Fiscalía ordenó investigar también al conocido profesor Briceño tras la circulación de un video en que «instiga a drogar y violar mujeres«.
«El Ministerio Público mantiene firme su lucha en defensa de la mujer ante las acusaciones sexuales. Esta cruzada ha logrado que las víctimas denuncien a sus agresores. Al grupo de aberrados hoy investigados sumamos al sujeto José Rafael Briceño quien en un video instiga a drogar y violar mujeres», indicó Saab en Twitter.
«Estas depravadas acciones al margen de la ética y el decoro. Este apologista al delito las ha realizado junto a Willy McKey, ambos voceros públicos y confesos del odio contra la dignidad de la mujer venezolana«, añadió Saab.
¿Cómo comenzó toda esta ola de denuncias sobre acusaciones sexuales, incluso a menores de edad?
Todo comenzó en Instagram, con una cuenta abierta para denunciar a Alejandro Sojo, el cantante de la banda de pop rock venezolana Los Colores, por abuso a menores de edad ocurridos hace unos años, siendo él adulto.
El primer mensaje, el 19 de abril, llamaba a «recolectar testimonios» para proceder penalmente en su contra y alertaba de casos de jóvenes de 14, 15 y 16 años documentados con «conversaciones de WhatsApp, FB (Facebook) e Instagram» que, poco a poco, han sido divulgadas.
«Lamento profundamente todo el daño que mis errores del pasado hayan podido causar«, respondió en un comunicado Sojo, quien reside en Argentina. Siguiendo el eco del globalizado movimiento #MeToo, comenzó a encenderse la consigna «Yo sí te creo«, como señal de respaldo a las víctimas.
El caso provocó señalamientos en cascada contra miembros de otras bandas musicales locales como Tony Maestracci (baterista de Tomates Fritos) y personajes de la escena teatral como los directores Juan Carlos Ogando y José Pepe Arceo, así como el escritor Willy McKey.
Entre los acusados de las usuarias del ciberespacio, se encontraba el escritor criollo Mckey, aquien una mujer en Twitter, con el seudónimo «Pía», lo culpó por abusarla sexualmente cuando ella tenía 16 años. En un comunicado Mckey reconoció haber cometido «estupro» y se suicidó este jueves 29 de abril, en Buenos Aires, donde vivía, según confirmó la policía de la capital argentina.
La acusación de Pía (el pseudónimo usado por la víctima en IG) fue la gota que rebasó el vaso. «No sean esto: Crece adentro y te mata. Perdón», publicó el escritor Mckey en la red social Twitter, además agregó: «Sabré hacerme cargo de las consecuencias de este hecho, empezando por quedar fuera de todos los proyectos a los cuales pertenezco».
Saab informó este jueves que todas estas figuras están bajo investigación y otros hechos que se han conocido en los últimos días, como el de abusos a varias mujeres y menores por parte de Alejandro Sojo y Murachi Palomo, integrantes de la banda de música Los Colores, y Tony Maestracci, del grupo Tomates Fritos.
El funcionario, nombró a los directores teatrales Juan Carlos Ogando, de Skena Teatro, y José Pepe Arceo, de Ant Producciones, también investigados por hechos de la misma naturaleza.
Posteriormente, sumó al comediante y locutor José Rafael Briceño, por instigar a «drogar y violar mujeres».
Algunos de los músicos han publicado comunicados en los que reconocen los hechos y manifiestan haber reflexionado sobre sus actos en el pasado y el comportamiento «machista», a los que la opinión pública respondió con dureza y rechazo, según reseñó.
Saab se basó en denuncias difundidas por cuentas anónimas de Twitter. Compartió las capturas de dos tuits en los que se habló de las supuestas agresiones que sufrieron las víctimas.
El primero, referido a Amaya, corresponde a un hilo de Twitter de la periodista venezolana Alicia Hernández, publicado en febrero de 2020, en el que contó el acoso que, aseguró, sufrió por parte de una persona, pero no la mencionó.
También esté el caso de la periodista Rosalí Hernández, quien denuncia a un jefe de redacción en un medio digital, que algunos señalan que podría ser Caraota Digital, aunque ella no lo precisó. Solo compartió que tomó «la decisión de contar este episodio, no aislado, de muchos que viví en ese lugar, para darle fuerzas a esas que vivieron cosas peores con ese señor, porque siento que es momento de que salga de su zona de privilegios».
De acuerdo con Saab, desde que asumió el cargo de fiscal general en agosto de 2017, han sido presentadas en Venezuela 8.450 imputaciones por delitos sexuales de diversa índole, emitiéndose 1.676 órdenes de aprehensión.
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