Con un acto cívico-militar fueron celebrados en Maturín los 242 años del natalicio del Libertador, Simón Bolívar, los 202 de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo y el Día Nacional de la Armada Bolivariana.
La programación arrancó con una misa de Acción de Gracias en la iglesia San Simón, oficiada por el padre Miguel Febres, párroco del templo, quien resaltó la gesta del Padre de la Patria, “un hombre de carácter indómito que logró la Independencia de Bolivia, Perú, Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela”.
Seguidamente se realizó una ofrenda floral ante la estatua del Libertador en la plaza que lleva su nombre.
Posteriormente, en la misma plaza Bolívar, se realizó el acto protocolar, donde el joven bolivariano Carlos Manzano, Secretario Ejecutivo de la Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela (JPSUV), fue el Orador de orden.
“Estas fechas no son un día de celebración, son actos de conciencia histórica, un llamado al compromiso y un juramento con la memoria y el porvenir”, expresó al inicio de su discurso.
Manzano expresó “en estos tiempos complejos, en los que el país enfrenta ataques económicos, diplomáticos y mediáticos por parte del imperialismo norteamericano, el presidente Nicolás Maduro ha sostenido con firmeza las banderas de Bolívar y de Chávez. Con valentía ha resistido los embates externos y ha protegido la soberanía nacional”.
En vísperas de desarrollarse un evento electoral extraordinario, donde el pueblo está convocado a elegir alcaldes y concejales, este próximo 27 de julio, el ideal bolivariano sigue más vivo que nunca. «Es un grito de autodeterminación, una expresión del poder constituyente que el pueblo lleva consigo», sentenció.
Manzano selló sus palabras con la afirmación “la historia no es una herencia muerta, sino una fuerza viva, y afirmamos que Bolívar nos acompaña”.


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