¡La tecnología satelital mejorará la sostenibilidad en los próximos años! El término sostenibilidad ha ganado especial popularidad durante los últimos años y es que los efectos del cambio climático pueden sentirse en muchas partes del planeta, en forma de fenómenos meteorológicos extremos o temperaturas inusualmente altas o bajas. Cuidar del medioambiente mientras se realizan actividades como la agricultura o la silvicultura y reducir de forma notoria la contaminación son parte de este término y lo que se persigue conseguir.
Una de las herramientas que ayudan a monitorizar los cambios en nuestro planeta y a influir en las decisiones que se deben tomar es la tecnología satelital, concretamente la teledetección. Con casi 2.000 satélites en órbita a día de hoy, recogiendo varios tipos de datos y con la capacidad de ser complementados con otras funciones y tecnologías, como utilizar índices de vegetación para detectar características no visibles por el ojo humano, está llamada a ser la punta de lanza en materia de recopilación de información y procesamiento de datos.
Datos para los agricultores a partir de imágenes de satélite
La agricultura es una de las más antiguas actividades del ser humano y, a día de hoy, sigue siendo nuestra principal fuente de alimento. Es muy dependiente del clima, ya que cada cultivo solo puede prosperar bajo unas condiciones concretas, y con el rápido cambio provocado por el cambio climático, la agricultura se ha visto alterada en muchas regiones. Las pérdidas de rendimiento y cosechas menos abundantes no solo suponen un problema en la actualidad, también se desvían del objetivo de poder satisfacer la creciente demanda de alimentos ante una población mundial que no para de aumentar.
Predecir el tiempo de la forma más precisa posible solo puede hacerse si se cuenta con tecnología avanzada. Las imágenes de satélite, en conjunción con los índices de vegetación, pueden ayudar a monitorizar las condiciones del campo. Si además se le suma una previsión meteorológica local fiable, los agricultores cuentan con la posibilidad de mejorar la gestión del campo y ajustar las actividades en consecuencia.
De entre las opciones disponibles, el índice NDVI es el más popular de todos. El NDVI constituye la columna vertebral de la agricultura basada en datos satelitales, ya que este índice de vegetación utiliza para mostrar dónde se necesitan insumos (fertilizantes o agua) y qué partes del campo están prosperando más que otras. Para ello, el NDVI se apoya en la reflectancia que proporciona la clorofila y que da el característico verdor de las plantas. El cálculo del NDVI se apoya en 2 longitudes de onda, la roja visible y la cercana al infrarrojo (NIR). Si los valores del NDVI están fuera del rango normal, implica que las plantas están sufriendo algún tipo de estrés, por ejemplo, un exceso o defecto de agua. Dado este mismo ejemplo, el agricultor puede intervenir para eliminar el exceso de agua o regar si se aprecia que la planta no tiene suficiente humedad disponible en el suelo.
Así pues, los índices de vegetación son un parámetro importante del análisis del desarrollo de los cultivos. Cada uno de ellos muestra un parámetro o condición, por lo que perfectamente se puede usar más de uno en el mismo campo en aras de tener una imagen completa de las condiciones reales. A medida que avanzan los sensores de los satélites, habrá nuevos índices y datos para alimentar cualquier investigación y mejorar los análisis existentes.
Tecnología satelital para múltiples sectores
Si bien la agricultura es uno de los sectores más beneficiados por esta tecnología, no es el único. Estos son otros sectores que ya se apoyan en la tecnología satelital para optimizar la gestión.
Silvicultura
Los bosques son la principal fuente de algunos de los materiales que usamos en el día a día, siendo la madera el ejemplo más reconocible. También son el hábitat de cientos de especies y una parte importante del ciclo del carbono. Sin embargo, no están exentos de peligros y amenazas. Sequías, tala ilegal o incendios forestales son las principales causas de deforestación y deterioro de estos ecosistemas.
Gracias a las imágenes de satélite, es posible monitorizar los cambios que sufre el bosque a lo largo del tiempo y alentar a gobiernos y gestores forestales a atajar los problemas mencionados anteriormente lo más rápido posible tras su detección.
Seguridad alimentaria
La seguridad alimentaria es una de las preocupaciones más acuciantes a nivel mundial, pero no es suficiente para actuar de forma irresponsable. La caza y pesca ilegales afectan al medioambiente y pueden tener consecuencias negativas a largo plazo, de ahí que se usen datos de satélite para controlar estas actividades. También se usan imágenes de satélite para crear modelos predictivos de cuánto alimento se producirá en una región en una determinada temporada en función del cultivo.
Ganadería y monitorización de animales salvajes
Tener controlados a los animales puede decirnos muchas cosas sobre una región en concreto o sobre nuestro planeta en general, pero no siempre es fácil lograrlo. Tanto los animales de granja como la fauna silvestre pueden ser localizados mediante pequeños transmisores colocados en ellos y datos geoespaciales, de modo que se pueda conocer su ubicación o las pautas migratorias, esto último solo para los animales salvajes.
Acceso a energía renovable
Eliminar los combustibles fósiles es uno de los grandes objetivos de las próximas décadas y esto pasa por incrementar los niveles de energía renovable. Con datos de teledetección, se puede analizar zonas remotas para descubrir dónde hay condiciones solares o eólicas ideales y crear mayores cantidades de fuentes de energía renovable.
Los datos de teledetección son ya parte de la base en materia de gestión de múltiples sectores. Su capacidad para aportar información a distancia lo convierte en una opción muy demandada en un mundo globalizado como el nuestro. No solo es de ayuda en la Tierra, también es una de las herramientas destinadas a mejorar sectores que nos permitan explorar el espacio, como la tecnología de combustible de hidrógeno, la propulsión y otras disciplinas.
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