Posterior a la explosión de una bombona de gas en uno de los puestos de comida rápida, ubicado en la calle Monagas, los vendedores que se ubican a lo largo de esta vía fueron desalojados, por lo que este miércoles expusieron sus quejas por la situación que afecta alrededor de cien trabajadores del casco central, según arrojó el censo.
Alegan que ni siquiera están aceptando la ubicación de vendedores con sus exhibidores. «Nos desalojaron sin ninguna propuesta, cuando el 4 de enero nos dijeron que antes nos iban a reubicar, pero al tener el espacio, ahora toman esto de la bombona para sacarnos, pero nosotros no podemos quedarnos sin trabajar, dependemos del día a día para llevar el sustento a nuestras casas, pedimos a las autoridades de Serviamer y Alcaldía, una reunión para buscar soluciones», precisó Gabriela Núñez.
Calles libres de vendedores de comida
Aseguran, que este martes, luego de la explosión del cilindro, hicieron algunas propuestas a las autoridades, que «en ningún momento nombraron la calle Monagas para la reubicación, pero sí dijeron que nos iban a reubicar, pero por ahora podíamos trabajar libremente para no negarnos el derecho al trabajo, pasa esto y enseguida nos recogen a todos los tequeñeros, ¿Nos están negando, o no nos están negando el derecho al trabajo?», es la interrogante de esta trabajadora informal.
Conveniencia
Agregó además, que el incidente pudo haber ocurrido en cualquier otro lado, como en este caso ocurrió, al parecer porque el cilindro presentó fallas de válvula de seguridad y al conectar se encendió generando la llama. «Esa fuga de gas escapa de nuestras manos, puede pasar en restaurantes, panaderías, pero la cuerda revienta por lo más flojo y toman esto para no dejarnos trabajar».
Indicó también, «una de las propuestas que hicimos es que debemos tener orientaciones, estamos dispuestos a tomar precauciones, a escuchar orientaciones, porque no nos han orientado acerca de medidas de seguridad, solo tener el curso de manipulación de alimentos, certificado de salud, tener mi cabello recogido, evitar tener aguas negras en el lugar y he cumplido con eso, del resto, tener extintor, permiso de bomberos, no lo sabía, y sí es de hacerlo, lo cumplimos, pero que nos dejen trabajar, no podemos esperar quince días o un mes sin trabajar», expresó.
Solicitan reunión con autoridades
Otra de las trabajadoras vocera añadió, «estamos dispuestos a pagar impuestos como se hacía hace 16 años y que ese dinero se utilice para mejoras en este sector, pero que nos dejen trabajar, si teneos que reubicarnos acá cerca, no en la Bicentenario donde no vendemos. Ellos mismos nos reubican y nos reubican mal, el llamado a las autoridades municipales es que se reúna con nosotros, que nos den la cara, que nos digan qué es lo que vamos a hacer porque no nos vamos a salir del centro, pero vienen es a amedrentarnos, no nos dan solución, no podemos quedarnos a la deriva».
Por el sustento diario
Alegan que algunos son padres y madres de familia y lo que venden a veces no les alcanza ni para adquirir todos los productos para alimentar a sus niños. «Por lo menos yo, tengo dos niños, soy padre y madre y necesito trabajar todos los días para llevar el sustento a mi casa, a veces vendo diez paquetes, pero hay días que no se vende nada o solo da para volver a comprar material, por lo que tenemos que trabajar», añadió Greudys Salazar.
Ocho cartas sin respuesta
Destacan estos emprendedores, que han pasado alrededor de ocho misivas a la Municipalidad, sin que hasta ahora les hayan dado respuestas acerca de sus inquietudes, debido a que «un día que nos paramos es un día sin comida en casa», precisó Núñez, quien lleva más de 2 años laborando en el lugar.
Diez años sin inspección
Otros trabajadores denuncian que hace más de diez años no se hace una inspección por parte de los bomberos municipales ni regionales en el casco central para orientarlos acerca de las medidas de prevención.
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