Tras el torrencial aguacero que cayó este domingo en horas de la tarde en Maturín y que se prolongó por más de una hora, los vecinos de los 13 sectores afectados pasaron horas intentando salvar sus pertenencias ante el desborde de los caños, en especial, en Las Cocuizas y Brisas del Aeropuerto.
Aun cuando muchos caños han sido saneados, la zona del Aeropuerto, la vía perimetral hacia Brisas del Aeropuerto, carreras 3, 4 de El Silencio y sector Los Almendrones, detrás del seminario San Pablo Apóstol, se perdieron de vista entre el cúmulo de agua caída que corría por el patio de los vecinos que estuvieron hasta altas horas de la noche del domingo y la mañana de este lunes, sacando agua, charco, camas y otros enseres para que se secaran con el sol.
Ocurre cada cuatro años
En la carrera 3 que colinda con la avenida perimetral del Aeropuerto, que también sufrió los embates de la tormenta; uno de los habitantes del sector que no quiso ser identificado, explicó: “esta es una situación se presenta cada cuatro años, las autoridades lo saben porque esto no es nada nuevo, pasa que el caño es ancho desde la calle, pero al llegar al otro lado, es un embudo, ¿Cómo puede pasar tanta agua por allí?, es lógico que se va a meter a las casas”, dijo el hombre, quien añadió que alrededor de cinco viviendas se vieron afectadas en esa parte de El Silencio.
Gritos de desesperación
Desde una de las viviendas, alguien nos gritó que aun cuando el caño se limpie, siempre se desborda y las autoridades tienen conocimiento de ello, allí justo al ladito de ese «embudo», se encuentra la familia Hernández, a quien el agua se le metió por todos lados, “se metió por las aberturas de los bloques, por este hueco, por los baños, por las paredes, fue horrible, vivimos lo peor ayer aquí, yo daba gritos desesperada, imagínate”, dijo Liliana, quien además tiene pocos días de haberse mudado a la zona.
Con tobos y cubetas
Destacó que el agua subió más de medio metro de altura, por lo que tuvo que colocar sus enseres y camas en alto, sin embargo, aseveró que perdió un colchón y otras cosas que estaban prácticamente en el suelo. “Todavía estoy limpiando, el agua no tenía salida, gracias a Dios que llegaron los bomberos y me ayudaron junto con un sobrino a sacar el agua con tobos”.
Igual le sucedió a Iris Escobar, Yelitza Piña y Maigualida Salazar, a quienes el agua se les coló por el fondo, “eso era un río, no se veía la calle”, dijo Escobar, mientras que Maigualida repetía: “no me quiero acordar de eso”. Escobar tuvo que sacar a su madre de la casa hasta que bajara el nivel del agua, Yelitza todavía este lunes sacaba y limpiaba su vivienda, puesto que ni el patio se veía del nivel al cual llegó el agua el domingo, en igual oficio se encontraba Maigualida, quien fue auxiliada por vecinos para limpiar su hogar.
En Las Brisas del Aeropuerto, primera calle, varios vecinos también fueron sorprendidos por el aguacero que les inundó sus hogares, tal como les sucedió a la familia Martínez: «Todo estaba inundado, el agua venía y salía todas partes, tenemos un video de lo feo que fue esto», dijo Félix Martínez, quien se ocupó de limpiar luego de haber bajado el nivel.
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