El caserío Viboral, ubicado en la parroquia Boquerón de Maturín, es un reflejo de la indolencia ante las malas políticas gubernamentales.
En un recorrido por parte de la legisladora regional, María Carvajal, el concejal Henry Gómez y el coordinador del partido Un Nuevo Tiempo (UNT) Monagas, Ángel Aristimuño; se pudo constatar el grado de abandono en el que se encuentra la comunidad rural, que cuenta con un aproximado de más de mil familias.
Los lugareños recibieron con entusiasmo la visita, relatando la calamidad que viven a diario por el pésimo servicio de agua que reciben por tuberías, puesto que al pozo que abastece a la comunidad no le han realizado mantenimiento.
Otro de los graves problemas, que representa un gran retroceso, son las condiciones de la escuela.
Aristimuño indicó que “hemos recibido con preocupación la denuncia de nuestra gente sobre el alto nivel de deserción escolar por falta de dotación”.
Explicó que “las familias no cuentan con los recursos necesarios para cubrir los gastos de uniformes, y en algunos casos para la alimentación de los jóvenes”.
Al respecto, la diputada Carvajal aseveró que “el colegio no tiene la capacidad para cubrir la necesidad que presenta esta comunidad. Empeorando la situación, en el comedor del plantel solo dan un plato de arroz blanco”.
En Viboral piden atención para la salud
El dirigente de UNT también manifestó que visitaron el ambulatorio, junto a representantes del sector, evidenciando la burla de la actual alcaldesa de Maturín, Ana Fuentes, quien mandó a pintar solo la fachada del recinto de salud.
“Solo pintaron la pared del frente y no hay ni una jeringa, lo normal del resto de los sectores”, dijo.
Agregó que, “la única ambulancia que tenían se la llevaron y nunca cumplieron su promesa de retornarla. Llegó la campaña y se perdió. Hoy se presenta una emergencia y quien no tenga para movilizarse al Hospital Central, se muere”.
Igual situación se registra en el módulo policial, el cual lleva cinco años destrozado, dejando a la gente bajo el amparo de Dios.
Temen perder la cosecha en Viboral
Durante la gira en Viboral, llegaron hasta la zona agrícola. “Existe una gran preocupación entre los pequeños productores porque se aproxima la temporada de lluvias a Monagas y las vías de acceso están destrozadas”.
“Estas carreteras se pueden perder con la llegada del invierno. Son 20 años que a esta zona no le hacen un cariñito, si arrecia la lluvia no podrán sacar sus cosechas y se perderán”, acotó Aristimuño.
Finalmente exhortó a las autoridades a cumplir con las promesas que le hicieron a estas familias, “para que dignifiquen la calidad de vida de la gente y su trabajo lo antes posible”.
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