La pasada semana asistí al acto de instalación de la 77 Asamblea anual de Fedecámaras. No es la primera ocasión que lo hago; intenté recordar cuantas veces he acompañado a los empresarios venezolanos en su encuentro cumbre, pero no pude hacerlo, tantas han sido.
El formato no ha cambiado y tras el mensaje del Presidente Cusano la intervención de la Vicepresidente Ejecutiva de la República marcó el regreso a un tiempo en que el sector privado y el gobierno, con sus diferencias, entendían que debían mantener una relación franca, fluida, poniendo a Venezuela por delante.
Previo fue la entrega del premio del “Empresario del Año” y el discurso de este. La distinción recayó en un amigo, Alberto Vollmer, que bien merecido la tiene.
Conocí a Alberto en la casa de un hermano y en esa ocasión y luego en otras aprecié que estaba con un venezolano excepcional. Sabia de los proyectos Alcatraz, Rugby Santa Teresa y Casas Blancas, visitado la Hacienda Santa Teresa, fundada en 1796 por el Conde Martín Tovar Ponte, y a pesar de mi casi abstinencia alabado sus rones mundialmente galardonados.
De Alberto lo que mas me gustó fue su amor por Venezuela y apego al diálogo y el entendimiento. Entrevistado meses atrás por la BBC señaló que para el país “la solución maximalista en la que desaparece el adversario no existe” enarbolando temprano el concepto reconciliación que promovemos con plena convicción.
Al terminar el acto, felicité a Alberto por su premio y le solicité una copia de las palabras pronunciadas. Las he leído y releído y creo que son una clase magistral que todo aquel que se precie de dirigente, en particular de dirigente político, debería notar.
Entre los varios párrafos destaco:
“El encuentro, la unión, el trabajo en equipo, la visión conjunta, la reconstrucción y la reinstitucionalización, son IMPOSIBLES de lograr con facciones. Se requiere de todo un país para ello.
Por eso debemos mirar al futuro, debemos debatir, invertir todas nuestras energías en ese propósito. ¿Y con quien debate uno? Pues, con quien se está en desacuerdo. ¿Y Con quién le toca a uno negociar en situaciones complejas? Pues, con quien muy probablemente sea el adversario o quien piense diferente. Y esto lo digo sin desconocer cuotas de responsabilidad de lado y lado; de quienes han estado en el gobierno y de quienes no. El futuro del país es responsabilidad de todos, sin excepción”.
Mas adelante agregó:
“En un ambiente polarizado – y se los digo por experiencia – no es popular ser constructivos. No es apreciado atreverse a sentarse con el adversario. No se aplaude ver hacia el futuro”.
Vollmer, Cusano, también Carlos Fernández -nuevo Presidente de la cúpula empresarial venezolana- forman como yo filas en las de millones de connacionales que quieren soluciones en paz.
En palabras de Su Santidad, el Papa Francisco: “Es el diálogo el que hace la paz. No se puede tener paz sin diálogo” o más aun “El perdón, el diálogo y la reconciliación son las palabras de la paz”.
Diálogo, paz y reconciliación serán pronta realidad.
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