Buhoneros vuelven a tomar las calles del centro de Maturín, donde ya han colocado sus tarantines, para seguir con la venta de ropa, calzado, bisutería, chucherías, entre otros.
Aunque el gerente municipal, Wilfredo Ordaz, ordenó hace más de 2 años el desalojo de los trabajadores informales, con la finalidad de liberar el paso peatonal para el ciudadano común que se desplazaba en las vías del casco central de Maturín, hoy, los buhoneros abandonan los espacios donde fueron reubicados, pues aseguran que no tenían suficientes ventas.
«La decisión de salir nuevamente y tomar los espacios donde nos encontrábamos antes, como la calle Monagas, La Chimborazo, La Miranda, entre otras, es porque donde nos reubicaron no teníamos ventas suficientes, y teníamos que rematar la mercancía para poder atraer la clientela y cuando sacábamos cuentas, teníamos pérdidas de al menos 35 por ciento y ya no nos alcanzaba para volver a invertir», expresó la buhonera Sofía López.
Tarantines de buhoneros ocasionan tráfico vehicular
Los choferes que transitan a diario por las calles Monagas, Miranda y Chimborazo, manifestaron que en ocasiones se hacen grandes colas, pues hay vehículos que se les complica avanzar, pues los tarantines de los buhoneros obstruyen el paso.
Ante esta situación, los maturineses piden a las autoridades volver a revisar esta situación, pues consideran que el centro de Maturín, debe estar despejado.
«Quizás no eran todos, pero anteriormente, había buhoneros que se prestaban para delinquir, ya que fui testigo donde los delincuentes robaban carteras, celulares, cadenas y billeteras y muchos de estos trabajadores informales se prestaban para guardar los objetos hurtados», entonces, cada quien debe estar en su lugar», expresó el maturinés Juan Daniel Méndez.
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