¡Cónclave en marcha! Los cardenales que han arribado a Roma continúan este lunes con las congregaciones generales, que son las reuniones previas al cónclave, donde ya podrán fijar una fecha mañana. Su meta es identificar a un candidato y formar alianzas para llevar a cabo la votación en la Capilla Sixtina.
Tras el solemne funeral del papa Francisco, al que asistieron aproximadamente 220 cardenales de los 252 que componen el colegio cardenalicio, los que alguna vez fueron conocidos como ‘príncipes de la Iglesia’ se reunirán en sesiones de mañana y tarde en el aula del sínodo, el lugar designado para las asambleas de la Iglesia católica. Como primer tema, comenzarán incluso mañana, estableciendo una fecha para el cónclave.
Cónclave en marcha: al culminar los 9 días de luto se establecerá la fecha
Las normas son precisas: después de los ‘novendiales’, el período de nueve días de luto con misas en San Pedro en honor al papa Francisco, que inició este sábado con su funeral, la fecha para el cónclave debe establecerse entre el 5 y el 10 de mayo, cumpliendo así con los 20 días máximos que deben transcurrir tras el fallecimiento del pontífice, según lo modificó Benedicto XVI para acelerar el procedimiento.
La fecha será determinada por la asistencia de todos los cardenales electores en Roma, que suman 133, ya que se han dado dos ausencias por razones de salud: el español Antonio Cañizares y el bosnio Vinko Puljić.
De los 133 cardenales que participarán en el cónclave de la Capilla Sixtina, 108 de ellos, lo que representa un 80 por ciento, han sido nombrados por el papa Francisco a lo largo de sus doce años de pontificado y en el marco de diez consistorios.
Sin embargo, esto no significa que todos compartan su visión: muchos de estos cardenales nunca se han cruzado en su camino, ya que provienen de regiones tan remotas como Mongolia, Irán o Papúa Nueva Guinea, y llevan consigo realidades y perspectivas muy diversas.
En este contexto se destacan los conocidos como «hacedores de reyes», un término que resulta desagradable para los cardenales, quienes aseguran que «no estamos eligiendo a un rey», como comentó en una conferencia de prensa el cardenal Reinhard Marx, de 71 años.
No obstante, es innegable que son, como él mismo, los más experimentados del colegio cardenalicio y tienen la capacidad de reunir consensos en torno a un candidato.
Los llamados «hacedores de reyes» serán fundamentales en este proceso, un término que desagrada a los cardenales, quienes afirman que «no estamos eligiendo a un rey», tal como comentó el cardenal Reinhard Marx, de 71 años.
Sin embargo, es un hecho que estos individuos, al igual que él, son los más experimentados del colegio cardenalicio y tienen la capacidad de generar consensos en torno a un candidato.
«No estoy seguro de que los nueve días de las ‘novendialies’ sean adecuados», comenta un cardenal anónimo al diario ‘La Repubblica’, anticipando que los cardenales están muy divididos y que serán días sumamente intensos.
Marx también predijo que la reunión no se extendería por mucho tiempo.
La importancia de las congregaciones quedó patente en la elección de Jorge Bergoglio. El momento decisivo fue el 9 de marzo de 2013 , tres días antes de que los electores entraran en la Capilla Sixtina, cuando el entones cardenal de Buenos Aires, se puso de pie y pronunció un discurso que duró algunos minutos.
El discurso, que debería haber sido confidencial, como todo lo que ocurre en las congregaciones, se filtró porque el cardenal cubano Jaime Ortega, emocionado por estas palabras, pidió al arzobispo de Buenos Aires el texto.
“La Iglesia está llamada a salir de sí misma e ir hacia las periferias, no sólo las geográficas, sino también las existenciales”, dijo Bergoglio en un discurso casi programático que entusiasmó sobre todo a los cardenales no italianos.
La primera dificultad que tendrán que afrontar desde mañana los cardenales será la cuestión de la participación o no de Angelo Becciu, a quien Francisco quitó los privilegios de purpurado por su implicación en un escándalo financiero -porque el que ha sido condenado-, pero él insiste en que conserva las prerrogativas de entrar en el cónclave.
Los medios han hablado de dos cartas que enseñó el secretario de Estado, Pietro Parolin, en las primeras congregaciones firmadas por Francisco en las que indicaba que Becciu no podía participar en el cónclave, pero que nadie ha confirmado.
Su insistencia obligará a los purpurados a votar en secreto si admitir o no en la Sixtina al Becciu, que fue un potente sustituto de Asuntos Generales de la Secretaria de Estado y prefecto de la Causa de los Santos. EFE.

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