Este miércoles Santo se vivieron momentos de fe y especial devoción por parte de fieles que llenaron las distintas iglesias de Maturín, vestidas con túnicas de Nazareno, cumpliendo sus promesas por los favores concedidos.
Algunos manifestaron que para ellos, el Nazareno más que una tradición, «es un símbolo de fe».
«Es Dios que nos acompaña y quiere algo bueno con esta tierra, no es nada más una tradición, es un símbolo de nuestra fe, tal vez en otros países no es igual, pero para nosotros los venezolanos, el Nazareno es algo muy grande, es Dios con nosotros», dijo Omar Reyes.
Milagros Marcano, quien reside en la población de Caripe, indicó que año tras año acude a la procesión del Nazareno en pago de una promesa por la salud de su hijo. «Acompaño desde hace cuatro años, por salud de mi hijo, me ha ayudado mucho, él se vio muy mal y gracias al Nazareno sanó», afirmó.
Mireya Cayaspo argumentó que paga promesa tras haber sido operada de un tumor cerebral el 4 febrero del año 2011.
«Los médicos me dijeron que debían operarme de vida o muerte y me encomendé al Nazareno y hasta ahora, estoy bien gracias a Dios», aseveró.
Durante el recorrido, muchas personas, vestidas de morado, el color de la penitencia, afirmaron, que su mayor deseo para Venezuela es vivir en paz y unidad, tener salud y una familia unida.







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