Hay duelo en el merengue y en la música latina. El nombre del veterano cantante dominicano Rubby Pérez (69) ocupa titulares por el trágico accidente ocurrido durante la que fue su última presentación.
La madrugada de este martes, el techo de la discoteca Jet Set, ubicada en Santo Domingo, colapsó durante un concierto que ofrecía el artista. Gritos de terror reemplazaron a las risas y aplausos que inundaban la fiesta antes de que la estructura se viniera abajo.
Nacido como Roberto Antonio Pérez Herrera el 8 de marzo de 1956 en Bajos de Haina, República Dominicana, Rubby Pérez soñaba con una carrera en el béisbol profesional.
Rubby Pérez y el accidente que le cambió la vida
Sin embargo, su vida cambió radicalmente el 13 de junio de 1972, cuando fue atropellado por un vehículo. Él tenía 15 años y el golpe le fracturó la pierna derecha.
“Pensé que ya no tenía razón de existir”, confesó tiempo después en una entrevista recogida por Billboard en Español. Estuvo casi un año hospitalizado y requirió dos años de terapia para poder volver a caminar con normalidad. Fue durante ese proceso de recuperación cuando la música comenzó a ocupar un lugar central en su vida.
“Dios tenía otro propósito para mí y era que en vez de tener un bate en la mano tuviera un micrófono, que pudiera comunicar a la gente mi alegría, mi positivismo, mi deseo de seguir adelante, sin importar lo que sucediera”, expresó Pérez, quien encontró consuelo en la música mientras alegraba con su guitarra a otros pacientes en el hospital.
Tras estudiar en el Conservatorio Nacional de Música de Santo Domingo, Rubby inició su carrera artística en grupos como Los Pitágoras del Ritmo y el Coro de la Sociedad de Orientación Juvenil.
Su primer gran salto ocurrió en 1980 cuando se unió a la orquesta de Fernando Villalona. Según Listín Diario, fue el saxofonista Popo Cadena quien convenció a Villalona de que Rubby era “su hombre” tras escucharlo cantar en una fiesta.
Posteriormente, en 1982, se integró a la afamada orquesta de Wilfrido Vargas. Allí grabó 22 temas y alcanzó fama internacional con éxitos como El Africano (1983) y Volveré (1984).
En palabras del propio Pérez, su paso por esta agrupación fue “una universidad, un régimen militar”, donde aprendió la disciplina necesaria para despegar en solitario.Como solista y exponente del merengue, Rubby ganó múltiples premios en Latinoamérica (Instagram/@rubbyperezoficial)
En 1986, lanzó su primer álbum como solista, Buscando tus besos, que incluía los éxitos Dame veneno, Contigo y Ave de paso.

A partir de entonces, se consolidó como solista con varios discos de oro y platino, premios Casandra, y giras internacionales que incluyeron presentaciones memorables como la del Madison Square Garden de Nueva York.
En 2024, Rubby fue homenajeado con el Soberano al Mérito por la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) en reconocimiento a su carrera.
“Gracias del alma, eso ayuda a que los artistas sigamos adelante”, declaró emocionado a Listín Diario antes del evento.
Sus últimos momentos
En primera instancia se decía que había sido hallado con vida, pero al correr de las horas, resulta que su cuerpo no había sido encontrado bajo los escombros.
Horas después, este martes alrededor de las 5:00 p.m., les dieron otra información errónea que alegaba que el cuerpo del cantante había sido hallado. Nuevamente, resultó ser una víctima con características físicas similares.
“Rubby nunca fue localizado, nunca lo encontraron supuestamente con vida. Eso no pasó”, afirmó Soto tajantemente.
El verdadero hallazgo se produjo en la madrugada de este miércoles 9 de abril, cuando los familiares del artista, encabezados por su hermano Neyfi Pérez, lograron confirmar el fallecimiento del intérprete de “Volveré”.
La muerte fue certificada oficialmente por el director del COE, Juan Manuel Méndez, quien incluyó la noticia en su informe de las 6:00 am.
Soto relató, además, sus últimos momentos con el artista antes del desastre.
“Antes de subir al escenario, como siempre, le di una palmadita en la espalda y le dije ‘rompe’, una expresión dominicana para animarlo a darlo todo en la tarima”, recordó conmovido.
El representante también subrayó el carácter íntegro del artista, quien siempre expresó su deseo de morir con dignidad: “Eso lo decía siempre. Inclusive en pandemia, lo único que le pedía a Dios era no tener que humillarse nunca. Dignidad siempre”, expresó a Diario Libre.
El mánager logró salir ileso del evento ya que durante la presentación no estaba dentro del local. “Gracias a Dios, yo había salido. La confusión fue demasiado grande, polvo por todas partes y la gente corriendo”, recordó al hablar con FM.com de RCN.
El equipo de Rubby también sufrió pérdidas. Aunque varios miembros de la orquesta y su hija Zulinka Pérez sobrevivieron al siniestro, el saxofonista Luis Emilio Solís falleció en el derrumbe.
“Fue un músico ejemplar que nunca faltó a una presentación”, lamentó Soto. “Esta es una pesadilla de la cual quisiera despertar”.

Su amor por Venezuela
Un amor recíproco, porque todos los venezolanos hemos crecido con su música. Desde su llegada al país de la mano de Amador Bendayán en «Sábado Sensacional», programa que junto a la orquesta de Wilfrido Vargas lo catapultó a la fama.
La voz de Rubby Pérez no solo sonaba con fuerza en República Dominicana, el cantante, conocido como «La voz más alta del merengue», también se escuchaba mucho en nuestro país donde temas como “Volveré”, “Enamorado de ella” o “Buscando tus besos”, por mencionar algunos, eran obligatorios en celebraciones como bodas y cumpleaños.
Rubby Pérez tenía una relación cercana con Venezuela. Incluso participó en un episodio de Radio Rochela en sus primeros años de carrera y también estuvo en ¡Qué locura! con Moncho Martínez.
En su último concierto, en un video que está en redes sociales, entonó «Viva Venezuela», y afirmó que quería regresar a comer cachapas.
Rubby también fue un hombre de familia, casado con Inés Lizardo y padre de siete hijos. Su vida estuvo marcada por la resiliencia, el talento y un profundo compromiso con su arte. Una voz irrepetible e irremplazable que ahora se convierte en leyenda con su partida a sus 69 años. Nos deja un legado inmenso en la música latina, díficil de igualar.


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