Un espectáculo resulta ver los araguaneyes florecidos tras las primeras lluvias caídas en la ciudad de Maturín, en plena cuaresma, ofreciendo un hermoso colorido y espectáculo visual a los monaguenses y visitantes.
Aunque es más frecuente ver su floración el mes de mayo y para muchos es extraño ver el árbol de oro, asentar su colorido el mes de marzo, es conocido que este tipo de arbusto florece entre febrero y mayo, y sus flores son de corta duración.
El Araguaney fue declarado Árbol Nacional de Venezuela el 29 de mayo de 1948 por el entonces presidente Rómulo Gallegos.

Araguaneyes entre 6 y 12 mts.
Su nombre científico es Tabebuia chrysantha y pertenece a la familia botánica de las Bignoniáceas. El término «Araguaney» deriva de la voz indígena caribe «Araveni». Es un árbol autóctono que puede crecer de 6 a 12 metros de altura, con un tronco recto, cilíndrico y de hasta 60 centímetros de diámetro. Su madera es dura, compacta y pesada, lo que la hace ideal para usos de carpintería, aunque es un árbol protegido, es decir, no puede ser cortado ni usado con fines de lucro.
Aunque el crecimiento de los araguaneyes es lento, su duración es larga, y puede adaptarse a diferentes suelos y climas del país. Cuando el araguaney florece, atrae por su hermoso color amarillo, símbolo de la alegría y la pronta llegada del invierno.

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