El l papa Francisco celebró la misa del jueves santo visitando la cárcel de mujeres en Roma. Desde su silla de ruedas, realizó el lavado de pies a doce reclusas, siguiendo la tradición de imitar a Jesús con sus discípulos en la ‘Última Cena’.
Doce mujeres, algunas de ellas claramente emocionadas o llorando, subieron a una plataforma y el papa pasó frente a ellas con un delantal blanco, siendo llevado en su silla de ruedas debido a sus problemas de movilidad, para lavar y luego besar sus pies.
El papa Francisco celebró la homilía sobre el perdón
Anteriormente, había preparado una breve homilía sobre el perdón, pero no la leyó, algo inusual ya que suele hacerlo. En el último mes ha renunciado a leer discursos debido a un problema respiratorio que le ha afectado después de una gripe, según él mismo explicó.
«Todos tenemos pequeños o grandes fracasos, todos tenemos una historia, pero el Señor nos espera siempre con los brazos abiertos y no se cansa nunca de perdonar»
Expresó en una carpa en el patio de la cárcel.
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