A propósito del Día Mundial del Riñón este 14 de marzo, la doctora Keymi González, médico nefrólogo adscrita al servicio del área en el Hospital de Maturín manifestó que realizaron una jornada especial para conmemorar esta fecha en las adyacencias del Centro Cardiovascular de Maturín.
González fue la invitada a «La Verdad Radio TV», programa moderado por Estrella Velandia en Monagas Visión.
Comentó que desde las 9 de la mañana se citó a la población para acudir a una jornada de bailoterapia, donde pudieron implementar una de las ocho reglas de oro para el cuidado de los riñones, que es la mantener la actividad física.
«También se les brindó una charla informativa especial para toda la población, los enfermos renales, en diálisis o no y sus familiares. Conversamos sobre la calidad nutricional y las características para mejorar su estatus y calidad de vida».
Para prevenir la enfermedad renal, es preciso consumir líquido, tomando agua para mantenerlos bien hidratados.
Está estipulado que entre 8 a 10 vasos de agua diarios es suficiente. Sin embargo, eso dependerá de las condiciones climáticas, las características individuales de cada paciente y las necesidades que tengan, porque hay personas que de repente, realizan mayores actividades físicas o están expuestas por situaciones laborales a mayores temperaturas. Entonces, necesitan mayor hidratación que puede oscilar entre 12 y hasta 15 vasos de agua al día.
¿Qué ocurre cuando la persona o un paciente no consume la cantidad de agua al día?
Los riñones son muy nobles porque no solamente eliminan sustancias tóxicas, ni tampoco solamente excretan orina, que es líquido.
«También se encargan de regular nuestras condiciones internas, nos ayudan a fortalecer nuestra estructura ósea y también nuestra parte hematológica. Entonces, al no consumir tanta agua, muchas veces lo vamos a ver reflejado con orinas muy concentradas y esto puede derivar, dependiendo de los hábitos alimenticios de la persona en cálculos renales por estados de deshidratación, donde por supuesto el riñón tiene que trabajar forzado, bajo un estado de estrés, exactamente, para poder eliminar este exceso de sustancia y de desecho de toxinas con la mínima cantidad de agua, porque él también regula la cantidad de líquidos de nuestro organismo».
Indicó Rodríguez que lo aconsejable es hidratarse y sobre todo en épocas como esta, que está haciendo mucho calor.
Dieta balanceada
Respecto a la dieta que debe consumir el paciente renal, comentó que realmente no le gusta hablar de alimentos buenos y malos.
Justamente, durante la charla impartida durante la jornada, básicamente quedaron de acuerdo en que los embutidos y los enlatados, son perjudiciales.
«Estos alimentos que hemos incorporado a nuestra dieta diaria como la mortadela, la salchicha, las gaseosas no son recomendables en virtud de que son procesados y no son alimentos ideales para tener dentro de nuestra dieta diaria».
Lo que pasa es que estos alimentos tienen un exceso de carga de sal y de químicos que hace que nuestros riñones tengan que trabajar en exceso para eliminarlos. Si podemos suprimir su consumo y evitarlos de nuestra dieta, eso es un plus y trae beneficios.
Por otra parte, es aconsejable aumentar el consumo de frutas, fibra y vegetales que cuentan con todos los minerales esenciales que nuestro organismo necesita para mantenerse en equilibrio.
«Si hay que llevar una dieta saludable donde incorporemos estos hábitos y un control o un balance entre lo que es el consumo de carne, sobre todo proteínas animales, así como evitar el abuso de las carnes rojas. No es no comerlas, el asunto es que haya un balance».
También es recomendable consumir proteínas de origen vegetal, como los granos. La idea es tener una dieta balanceada.
La diábetes, la hipertensión y la enfermedad renal
La diábetes y la hipertensión son el caldo de cultivo de la enfermedad renal, razón por la cual es prudente hacerse una evaluación de los riñones a tiempo para prevenirla.
«La diábetes y la hipertensión son dos de las principales causas de enfermedad renal a nivel mundial y por supuesto, se presentan en nuestra consulta.
Indicó que reciben procesos infecciosos, procesos litiásicos, cálculos renales, que no han sido tratados a tiempo y que han conllevado a la pérdida de la función renal con el tiempo, ameritando en su momento la nefrectomía o retirar uno de los riñones, porque se puede vivir con un solo riñón y de ahí, viene la motivación a los trasplantes y los donantes vivos.
Acerca del tema de los trasplantes, mencionó Rodríguez, que nuestro país no tiene mucha cultura de donación de este tipo de órganos, una situación que está cambiando.
«Sí, realmente desde el año pasado ya se han activado los trasplantes en nuestro país, gracias a Dios, en apoyo y en soporte con lo que es el Seguro Social, quien es el que se encarga de manejar y efectuar todo el proceso, tanto en el tema de la salud renal, incluido trasplantes, diálisis, terapias sustitutivas, diálisis peritoneales, suplementos de medicamentos de alto costo y el tratamiento para estos pacientes que por alguna condición necesitan tratamiento inmunosupresor, más allá del trasplante. Por fortuna, se dio la iniciativa de arrancar nuevamente con el programa de trasplantes, sin embargo, el sistema de procura de órganos todavía no está operativo».
Añadió que sin embargo, ya se cuenta con un servicio en Caracas que está realizando hasta tres trasplantes semanales, brindándole a todos estos pacientes, sobre todo con enfermedad renal ya avanzada en terapia de reemplazo, una nueva oportunidad de calidad de vida.
Es aconsejable que cuando se va a pensar en un trasplante, sea donado por un familiar directo.
Cultura de donación y trasplante de riñón
La ley de donación existe en nuestra Constitución, y todos podemos y somos donantes, exactamente, o donante potencial.
Esta ley va de la mano con todo un sistema de procura de órganos, porque, para poder ser donante, en este caso, bien sea por algún donante fallecido, por ejemplo, bien sea por muerte cerebral, o por parada cardíaca, tiene que estar contemplado dentro del marco de la ley, pero necesita de la asistencia científica y médica que pueda dictaminar que ese paciente en sí ya no tiene recuperación de su signo cognitivo superior, o determinar la muerte o parada cardíaca.
Y, por supuesto, hay que activar una serie de protocolos donde se le dé asistencia lo más pronto y urgente a ese paciente, pues ya fallecido en este caso, para la realización del procedimiento quirúrgico y preservación de los órganos como tal para aquellos que son potencialmente donantes.
En el caso de la parada cardíaca, realmente el tiempo es muy corto. Va de entre 30 minutos hasta 2 horas. Ahora, en muerte cerebral sí podemos prolongarlo un poquito, entre 6 o 8 horas hasta 12 y 24 horas. Y todo eso, por supuesto, plenamente autorizado tanto por el representante de la familia o si en vida la persona, manifiesta que quiere ser donante de órganos.
Destacó que ahora, este sistema de procura no está activo y ya vamos para 5 años de ausencia de este protocolo y qué bueno, porque requiere de todo un sistema de red de salud que logísticamente está detrás de esto, donde se puedan realizar también pruebas de compatibilidad entre ese donante y el receptor.
Servicio de nefrología en el Humnt
A pesar de todas las vicisitudes que pueda tener, el servicio de nefrología del Hospital Dr. Manuel Núñez Tovar siempre está activo.
«Contamos con una serie de especialistas, docentes, maestros, mis maestros que me han formado, de alta calidad y que están siempre brindando el todo por el todo, los pacientes tanto que están en terapia de reemplazo renal continua, allí en la unidad de diálisis crónica, como de los pacientes que están en emergencia y en hospitalización».
Resaltó que estuvieron bastante atareados recientemente porque tuvieron fallas y complicaciones con lo que son los riñones artificiales, es decir, las máquinas de diálisis. «Las máquinas de hemodiálisis propiamente. Contamos con 12 máquinas de diálisis, de las cuales nada más están operativas 6, para una demanda de 26 pacientes activos».
Comentó que la demanda de pacientes para el inicio de terapia de reemplazo renal es cada vez mayor. La incidencia de esta enfermedad que no es curable es alta y es importante aclarar esto porque siendo una enfermedad renal crónica es algo que va a perpetuarse en el tiempo y que no podemos curarla más.
«Sin embargo, si la diagnosticamos, tratamos y prevenimos a tiempo su aparición o su complicación y progresión, podemos evitar que avance a estos estadios mayores y más avanzados que es la necesidad de terapia de reemplazo renal».
Explicó que hay un déficit presencial importante de riñones artificiales o máquinas de hemodiálisis para prestar apoyo a estos pacientes.
«Contamos con el apoyo del Seguro Social, quien es el ente a nivel nacional indicado por el Ministerio del Poder Popular para la Salud, para el manejo del programa de salud renal. Y el Seguro Social es el que se encarga de ayudarnos con las reparaciones técnicas y el suministro de materiales.
En Venezuela, para el año 2010 se contaba aproximadamente con casi 3.000 riñones artificiales. «Ya hoy en día se dice que se cuenta con menos de 1.000. ¿Por qué? Porque como todo equipo tecnológico tienen su período de vida útil. Y necesitan constantes reparaciones, revisiones, mantenimiento, para que puedan mantenerse en óptimas condiciones. Por ende, ya estas maquinarias tienen más de 20 años operativas. Más bien han durado mucho. Y si necesitan reemplazo porque el tiempo de vida útil prácticamente ya terminó. Siempre se reparan, pero bueno, esto es como ese carrito. Que lo mandamos a reparar y le sale otra cosa nueva».
La enfermedad renal es un enemigo silente
La enfermedad renal muchas veces es silente. «De hecho, en sus inicios que es cuando podemos tratarla y evitar que progrese, no genera síntomas o clínica propiamente. Por ende, es importante que nos hagamos constantemente, por lo menos una vez al año, un control de tensión arterial, nuestro examen de orina, exámenes de funcionamiento renal como es úrea y creatinina para poder prevenir o detectar oportunamente este tipo de patologías y tratarlas para no avanzar en el tiempo y progresar a los estadios más avanzados».
La enfermedad renal es una realidad a nivel mundial y ataca de cada 10 pacientes se dice que uno la tiene.
Hay una mayor incidencia entre las edades comprendidas de los 30 a los 60 años, aproximadamente. Pero sepan que los hispanos y latinoamericanos tenemos una mayor probabilidad, de hasta 1.5 a 2.5 probabilidades más de padecer enfermedades renales por estos factores de riesgo como la hipertensión arterial, las enfermedades vasculares y la diábetes.
Ocho reglas de oro para cuidar los riñones
Las 8 reglas de oro para ayudar y cuidar nuestros riñones comienzan con una correcta hidratación, comida saludable, mantenernos activos con alguna actividad por lo menos entre 60 a 150 minutos a la semana, que eso equivale entre 3 a 5 veces al día, entre una hora y hora y media con actividades anaeróbicas o aeróbicas.
También se debe evitar y eliminar el hábito tabáquico porque esto afecta el flujo sanguíneo a nuestros riñones y con el tiempo, eso los va deteriorando.
Mantener control de nuestra tensión arterial en aquellos pacientes que tienen este factor de riesgo como hipertensión arterial y los que no sepan que tengan hipertensión arterial, háganse su chequeo.
Muchas veces contamos con jornadas de despistaje y de pesquisa que pueden aprovechar y tratar oportunamente ese control, también de aquellos pacientes que son diabéticos, importantísimo porque la diábetes ya después de 5 años de diagnosticada está determinado que genera daño renal, entonces, todo depende del control que tengamos sobre esta enfermedad de base.
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