El martes, el presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, anunció que temporalmente detendría el proceso de transición con el actual gobierno de Alejandro Giammattei debido a las nuevas acciones del Ministerio Público contra las elecciones del 25 de junio.
Arévalo explicó que esta decisión se tomó debido a la situación creada por la Fiscalía y que se reanudará una vez que se restablezcan las condiciones políticas necesarias para el traspaso de poder.
En una conferencia de prensa, Arévalo pidió la renuncia de la fiscal general, Consuelo Porras, a quien acusó anteriormente el 1 de septiembre de intentar dar un golpe de Estado en su contra.
Persecución de la fiscalía al presidente electo de Guatemala
El presidente electo, Arévalo, ha señalado una contradicción en las acciones tomadas en su contra por instituciones del Estado guatemalteco, a pesar de haber sido declarado ganador de las elecciones por las autoridades electorales.
Estas declaraciones se producen después de que la Fiscalía allanara el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y abriera cajas con votos, a pesar de la negativa del TSE.
Arévalo también ha exigido la renuncia de los fiscales Rafael Curruchiche y Cinthia Monterroso, así como del juez penal Fredy Orellana, quien aprobó el allanamiento.
Esta persecución de la Fiscalía en contra del ahora presidente electo y su partido, el Movimiento Semilla, inició hace tres semanas después de que Bernardo Arévalo avanzara al balotaje, cuando las encuestas lo situaban en un séptimo lugar.
«Insto a todas las instituciones y funcionarios del Estado a no prestarse a estas arbitrariedad y a que de acuerdo con lo expresado en el artículo 156 de nuestra Constitución, ningún funcionario o empleado público, civil o militar está obligado a cumplir órdenes manifiestamente ilegales «, concluyó Arévalo.
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