El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ofreció detalles este jueves de su reunión con 35 dirigentes del grupo Wagner, que se produjo días después del intento de insurrección armada de la compañía militar privada.
«Por un lado, en la reunión les di mi evaluación de lo que habían hecho en el campo de batalla, por otro lado, de lo que hicieron durante los acontecimientos del 24 de junio», fecha en que se produjo el intento de rebelión, aseguró Putin al diario Kommersant.
«Además, les mostré las posibles opciones de su futura realización del servicio militar, incluido su uso en los combates», agregó.
Al ser preguntado sobre la posibilidad de que el grupo «sea preservado como una unidad de combate», el mandatario respondió: «Pero la empresa militar privada Wagner no existe«.
«No tenemos legislación respecto a las organizaciones militares privadas, (así que) simplemente no existe», matizó.
«Sí hay un grupo, pero jurídicamente no existe«, aclaró Putin. «Es un tema separado, vinculado con la legalización real. Pero es un tema que debe ser discutido en la Duma Estatal, en el Gobierno. No es una cuestión fácil», dijo.
Putin protegerá la patria de actos amenazantes
Asimismo, Putin agregó que los combatientes del grupo «habían luchado con dignidad» y «da pena que hayan sido arrastrados a estos acontecimientos».
El conflicto entre el Ministerio de Defensa de Rusia y Prigozhin, líder del grupo rebelde, se agravó en la noche del 24 de junio. Wagner aseguró que había ocupado el edificio del Estado Mayor del Distrito Militar del Sur en la ciudad rusa de Rostov del Don e informó que se dirigía hacia Moscú.
Por su parte, Vladímir Putin calificó los actos de Prigozhin de «sublevación militar» y aseguró que «las acciones para proteger a la patria» de esa amenaza serán «contundentes».
Posteriormente, Prigozhin aceptó detener el movimiento de sus fuerzas en territorio ruso y acordó tomar medidas para rebajar las tensiones tras mantener conversaciones con el presidente bielorruso, Alexánder Lukashenko.
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