Un nutrido grupo de Adultos mayores, jubilados y pensionados del municipio Maturín, que laboraron en diferentes instituciones del Estado, manifestaron su posición respecto a la poca o nula atención con la que cuentan para tener una vida digna, por lo que decidieron caminar hasta las instalaciones del Seguro Social, donde una comisión se reunió con representantes del Instituto de Previsión para realizar los planteamientos pertinentes de los cuales esperan respuesta en los próximos días.
Al respecto, Jesús Yánez, uno de los jubilados presentes, destacó que «los adultos mayores, tenemos un sueldo paupérrimo, que no da ni para costear el tratamiento de la tensión porque están demasiado caros».
No alcanza
Acotó que «yo sufro de la tensión y lo que me pagan a través del Seguro Social no me da para cubrir tengo que mantenerse con matas y remedios naturales, porque no me alcanza para mis gastos de comida, de alimentación a esta edad, cuando el seguro social se creó precisamente, para que cuando uno saliera de los años de trabajo, pudiera vivir cómodamente y que alcanzara para alimentos y medicinas que están demasiado caras».
Yánez destacó que debe cumplir una dieta que no puede adquirir por cuanto «en estos días me enferme y tuve que ir a un CDI donde me estaban matando con los medicamentos, porque no eran acordes a lo que yo tenía, estamos viviendo de la ayuda de mis hijos que envían remesa, igual para la comida.
70$ mensual
Considera que el adulto mayor debería contar con 60 a 70 dólares al mes para poder «medio comer, por lo menos en un mercado se gasta más de 70 a 80 dólares para menos de una semana y no compro todos los productos, además tengo que caminar todos los chinos para poder comprar una harina, arroz, pasta de chorizo; ya no como carne mi pollo y a esta edad uno debería tener una dieta. La pasta de chorizo hace daño porque es pura grasa, pero ¿Cómo hace uno si no le alcanza, sino máximo para tres o cuatro días, por esta razón, vamos a seguir luchando», aseveró Yánez.
Mueren de hambre
Por su parte, Maritza Jiménez, otra de las adultas mayores que caminó desde la Plaza El Estudiante hasta Las Avenidas, resaltó que a sus 76 años de edad, cuando debería tener una buena alimentación, «nos estamos muriendo de hambre, han acabado con el país, ya no podemos comprar carne, pollo; antes comíamos bien aunque ganábamos menos».
Activos
Agregó Jiménez, que durante su juventud trabajó como peluquera y con ello crió cuatro hijos, quienes con los que hoy día se ayudan económica y mutuamente. «Yo no soy un parásito porque a mi edad, todavía trabajo, genero bienestar, ayuda a los demás, pero este gobierno acabó con el país. Tengo todos mis corotos arrinconados porque no puedo pagar un alquiler de local porque ahorita todo es dólares, y ¿Quién gana aquí en dólares? Menos nosotros, los viejos».
Enfatizó que aunado a los altos costos de los alquileres e impuestos, viven la marginación. «A nosotros nos discriminan diciendo: ese viejo no sirve, pero sí servimos, a esta edad que yo tengo todavía trabajo, dimos el todo por el todo, y trabajo a domicilio, cuando trabajo».
Resaltó que en la actualidad las mujeres han dejado de hacerse mechas, manicure, pedicure, por los altos precios. «A veces hago un corte semanal o dos, mis hijos me ayudan, pero teniendo a Dios nunca falta nada, Dios provee. Mi solicitud al seguro Social, es que aumenten la pensión, que nos den una remuneración justa para alimentarnos bien».
Agregó que «Cuando viene la bolsa, no trae ni aceite, eso es terrible, hemos dejado de consumir carne, ahora solo compro 50 de carne y lo rindo con vegetales, los discapacitados no pueden consumir mucho este producto, te repito antes no vivíamos así».
Buscan alternativas
Finalmente, la docente Eneida Mata, quien se encuentra en proceso de jubilación, mencionó que la pensión no alcanza para adquirir alimentos y medicinas por lo que seguirán buscando alternativas por un país en mejores condiciones para vivir, por lo que seguirán luchando.
En la caminata de la ciudad capital, se hicieron presentes adultos mayores de diferentes instituciones del Estado: Alcaldía, gobernación, liceos, escuelas y universidades.
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