En la recuperación de la confianza en el voto, inciden, principalmente, cuatro factores; probablemente en el siguiente orden de importancia.
Lo fundamental es que la oposición presente un solo candidato. La gente vota para ganar. Si la oposición presenta dos candidatos puede ganar si la condición económica sigue deteriorándose. Si NM permite la recuperación de la economía, es probable que gane si la oposición presenta dos candidatos o más. Si la oposición presenta más de dos candidatos, tendría que surgir un candidato con gran carisma que logre aglutinar más de 80% de los votos opositores. De lo contrario, la oposición lucirá perdedora y eso sube la abstención. Por ahora, tenemos un candidato unitario, dos o más candidatos de la otra oposición y dos outsiders (MCM y BR) que hasta ahora se inclinan a participar en las Primarias.
La elección Primaria de un candidato unitario o único es un paso que marcará el resto de la campaña electoral a partir de octubre 2023. Así, podemos perfilar dos resultados extremos: Se inscriben en la Primaria candidatos de todas las oposiciones y resulta un ganador por amplio margen. Si a esto se le suma carisma y apoyos creíbles generalizados, las probabilidades de triunfo serían altas. Pero el oficialismo se esmeraría en sus estrategias para evitar ese triunfo. Ésta combinación de factores motiva a votar. En el extremo contrario, no se inscriben en las Primarias candidatos de otras oposiciones y los votos resultan dispersos en varios candidatos, sin que se destaque ninguno. Esta combinación motiva la abstención porque preludia la derrota.
Un aspecto relevante de las Primarias es la participación del CNE. Por ahora, el caso está planteado pero sujeto a dos controversias: Usar o no las captahuellas y qué hacer con las listas de votantes por miedo a que se conviertan en otra “Lista Tascón”, como sucedió con el Referendo Revocatorio en 2004. Ya se conoce que a mediados de abril el CNE negó tres solicitudes hechas por la Comisión Nacional de Primaria: una jornada del Registro Electoral, conteo y totalización paralela al sistema automatizado, y eliminación del sistema de autenticación biométrico. Es decir, ya se pueden observar evidencias concretas de que el desarrollo de estos condicionantes del voto no lleva una dirección que invite a votar.
El tema del candidato opositor se complementa con la coordinación de los partidos; una oferta país atractiva que se dirija a resolver los problemas del común y no tanto a criticar al gobierno; llamar insistentemente a votar; y que hacia la fecha de la votación se haga evidente que existe una organización que defienda los votos.
Las condiciones del CNE pueden elevar la propensión a votar: Elemental, abrir el Registro Electoral para que se registre la mayoría de jóvenes que no está inscrita. Hacer una profusa propaganda para que se registren, acompañada de muchos centros de inscripción y horarios accesibles. Segundo: facilitar los votos de los migrantes: las dos únicas condiciones para que puedan votar deben ser estar inscritos en el CNE y tener cédula laminada (en ocasión anterior se exigía que fuese residente del país extranjero). Se necesita habilitar diversos centros de votación en cada país receptor. Entre jóvenes y migrantes, estamos hablando de entre 3 y 6 MM de votos, dependiendo de las facilidades y propensión a votar.
Las condiciones electorales que ponga el gobierno son secundarias, excepto el voto joven y el de migrantes. Otras condiciones pueden ser las peores y aún así la oposición puede ganar si lleva un solo candidato o si los votantes convergen hacia uno de ellos. Así lo demostró el caso de la elección del gobernador de Barinas. No cabe duda de que son muchas las ventajas que toma el oficialismo, sin embargo, en el caso de Barinas, las peores condiciones electorales provocaron un triunfo 10 veces mayor en la segunda votación.
Las negociaciones en México están planteadas como mecanismo para mejorar las condiciones electorales por parte del gobierno y eso lo respaldan EEUU y Europa y lo han vuelto condición para flexibilizar las sanciones. Esta posición de los gobiernos occidentales es una bendición ambivalente (mixed blessing) porque pone el énfasis en donde NO está: en las condiciones electorales que ponga el gobierno, en vez de ponerla en las condiciones electorales que ponga la oposición.
La estimación hoy de votos sería 25-35 abstención; 25-30 puntos NM; y 35-50 puntos para todos los candidatos opositores sumados. Por eso, señalamos arriba que si las condiciones económicas siguen empeorando y los candidatos opositores son uno o dos, uno de ellos puede ganar. En caso de ser tres, podría hacerlo uno que logre el apoyo mayoritario de los partidos y tenga el carisma para arrastrar a las mayorías; el cisne negro que vimos en Barinas.
@joseagilyepes
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