El 72 por ciento del universo de vendedores de bebidas alcohólicas registrados en la Superintendencia Municipal de Administración Tributaria de Maturín (Suptrima) no han cancelado los impuestos por concepto de actividades económicas, lo que genera un estatus de morosidad en el sistema interno y certifica para aplicar las sanciones establecidas en el artículo 81 de la ordenanza municipal que regula esta materia.
Así lo informó el superintendente adjunto, Ángelo Ascanio, quien aseveró que el año pasado durante los encuentros que sostuvieron con representantes de la Cámara Bolivariana de Licoreros, se establecieron acuerdos para cancelar los tributos y renovar las licencias para el expendio y distribución de licores en sus diferentes categorías, sin embargo, no se cumplieron en su totalidad por parte de los vendedores.
Destacó que luego de la promulgación de la nueva ordenanza que regula esta actividad económica, por orientaciones de la alcaldesa Ana Fuentes, junto a representantes del ramo licorero, definieron condonaciones de deudas y se habilitó una taquilla y un personal calificado para atenderlos directamente, ofrecerles mayor facilidad para realizar los trámites y colocarse a derecho con la Municipalidad.
“Siempre hemos tenido la mejor disposición de atender a este sector comercial; el año pasado realizamos 20 operativos para orientarlos directamente. Además durante tres semanas consecutivas estuvimos esperando que los comerciantes acudieran a la sede de Suptrima para conocer su realidad, verificar su estatus y ofrecerles el apoyo que requerían, pero en ese lapso solo se presentaron 12 representantes de expendios de licores, que son propiedad de los agremiados de la Cámara Bolivariana de Licores”, indicó.
Ventas clandestinas
De igual forma, Ascanio comentó que avanza el proceso para minimizar las ventas clandestinas de licores, ya que el objetivo es tener mayor control de los establecimientos y garantizar la tranquilidad de las familias que habitan en sus alrededores.
“Gracias a la aplicación de la nueva normativa municipal para venta de licores que tiene carácter de orden público, bajaron considerablemente las incidencias relacionadas a personas en estado de ebriedad. Es importante que los representantes del sector licorero nos apoyen a identificar las ventas ilegales para continuar disminuyendo el índice de esta actividad que generará un gran beneficio social y económico”, explicó.
Renovación de licencias
Por su parte la Superintendente de Suptrima, Erika Gómez, aseguró que el 84.21 por ciento de los licoreros registrados no han renovado la licencia para el expendio y distribución de los productos que ofrecen, a pesar de que la alcaldesa Fuentes prorrogó el proceso hasta este 15 de febrero.
“El plazo legal venció el 31 de enero, pero se extendió. Solo el 15.79 de los vendedores registrados renovaron esta permisología para continuar trabajando de forma legal. La información de la extensión del lapso se emitió a través de comunicados de prensa y en las redes sociales que tienen un papel preponderante en la actualidad. Ante esta realidad, a partir del 16 de febrero, los que no renovaron están sujetos a sanciones, según el marco legal municipal, las cuales abarcan desde cierres temporales hasta pagos de multas en Unidad Tributaria Municipal (UTM), porque no pueden operar con licencias vencidas”, señaló.
En ese sentido, Gómez resaltó que durante el mes de diciembre, que fue una temporada alta, no se realizaron operativos ni restricciones en las ventas legales de licores, con el objetivo apoyar a los comerciantes para incrementar su productividad y que se mantuvieran solventes en el municipio.
“En esta época se respetó el ejercicio de esta actividad económica para que las familias que dependen de estos ingresos pudieran de alguna manera tener un poco de fuerza en su economía y en enero fuesen responsables con el pago de los tributos, pero lamentablemente hasta la fecha, en su mayoría no han cumplido”, dijo.
Cultura tributaria
La Superintendente de Suptrima enfatizó que avanzan en el fomento de una cultura tributaria en el municipio, ya que a pesar de los diferentes mecanismos implementados para realizar la declaración y pago de impuestos, no se cumplen los lapsos establecidos para realizar las gestiones.
“Es importante cumplir con las responsabilidades tributarias, ya que estos recursos van destinados a concretar los proyectos que ejecuta la mandataria municipal en materia de recuperación de espacios públicos, servicios, salud y atención social. El cambio que ha reflejado Maturín es gracias a la colaboración de nuestra población de contribuyentes en conjunto con los ejecutivos estadal y nacional”, puntualizó.
Lea también:
Atención al Indígena priorizó salud, educación y vivienda en 2022